
Hay pocos productos en la historia reciente de la tecnologĂa que reflejen el largo trecho que hay desde el "Eureka" al producto final como la HTC Re. Sobre el papel, la cosa prometĂa: una cámara pequeña, que puedes llevar a todas partes, con un diseño original, colores vistosos y que además se sincroniza con el smartphone, sea Android o sea iPhone.
En un mundo donde la fotografĂa mĂłvil se ha convertido en algo diario, comĂşn y ubicuo, la HTC Re tenĂa, de base, mucho que aportar. Es manejable, tiene una duraciĂłn de baterĂa muy aceptable y es posible que no sea el producto más discreto de todos los tiempos, pero puede escamotearse sin demasiadas complicaciones.
Usando la HTC Re
¿Dónde falla entonces? Pues... en casi todo lo demás. Para hacerlo sencillo, vamos a resumirlo en tres problemas.
El primero llega con la implementaciĂłn con el smartphone. Es mala y además es dependiente de WiFi, no de Bluetooth. El uso de esta primera tecnologĂa sobre la segunda tiene algunas ventajas, especialmente a la hora de convertir el telĂ©fono en un "visor" de lo que está grabando o fotografiando la Re, pero por contra le hace perder varios puntos en usabilidad. Cargar la aplicaciĂłn normalmente conlleva de 20 a 30 segundos hasta que smartphone y cámara se emparejan. CĂłmo el cambio de redes en Android anda algo más fino en ese caso no suele haber mucho problema, pero en iOS cambiar entre la WiFi a la que estemos conectados y la de la Re puede ser un suplicio.
El segundo problema es la competencia. Curiosamente, a la HTC Re no le llega desde un dispositivo de otra compañĂa o de la competencia directa sino del que se supone que debe ser su aliado: el propio telĂ©fono. Dicho de otro modo: si voy a llevar una cámara extra conmigo todo el rato, quĂ© menos que sea por lo menos tan buena como la de mi telĂ©fono. De hecho deberĂa ser mejor. En este apartado, puede que la Re supere en calidad a varios telĂ©fonos de gama media, pero desde luego no lo hace con los Ăşltimos gama alta, especialmente en baja luminosidad.
El tercer y Ăşltimo problema es, curiosamente el precio, aunque por suerte o por desgracia, me parece el menor de ellos. Cuesta $200 dĂłlares/169€ (en Amazon puede encontrarse por 135€ al momento de escribir estas lĂneas), que es sin duda un precio bastante competitivo pero que se aleja, quizá, de esos 99 dĂłlares/euros que lo hubiesen convertido en un caramelo para las grandes masas.
ÂżMe lo compro?
SerĂa muy injusto decir que la HTC Re es un mal producto, porque no es cierto. Es divertido de usar, Ăştil segĂşn quĂ© situaciones y la cámara, aunque no es espectacular, se desenvuelve bien en la mayorĂa de escenarios. La posibilidad de cambiar entre gran angular y ojo de pez es otro punto a favor, aunque haga falta la aplicaciĂłn para tal efecto. La cuestiĂłn es que sigo creyendo que hay un hueco para una cámara versátil, orientada al gran pĂşblico (es decir, no una cámara de acciĂłn necesariamente, como las GoPro) y que sea divertida y fácil de usar. HTC Re es un paso en esa direcciĂłn, un gran paso, pero no lo que andamos buscando. TodavĂa no.
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