
Hoy en dĂa la mayor parte de producciones de cine recurren a los efectos digitales por pura conveniencia, pero hubo una Ă©poca en la que simular algo que no existĂa requerĂa fabricarlo fĂsicamente o recrearlo mediante trucos visuales y mucha tĂ©cnica. Estos son algunos de los efectos del cine clĂĄsico mĂĄs sorprendentes.
Sin quitar ningĂșn tipo de mĂ©rito a los efectos actuales generados por ordenador, siempre resulta sorprendente apreciar como los efectos tradicionales lograban crear magia con unos medios unas veces rudimentarios, y otras extremadamente laboriosos. Algunos se siguen utilizando. Otros han sido completamente superados por las nuevas tĂ©cnicas digitales.
La noche americana
Ejemplo de Noche Americana. Foto: Hejl / Flickr, bajo licencia Creative Commons
Actualmente disponemos de sensores de cĂĄmara capaces de grabar escenas nĂtidas en plena noche, pero en los comienzos del cine no tenĂan tanta suerte. La soluciĂłn era una tĂ©cnica llamada Day for Night o Noche Americana en el mundo hispanohablante.
En esencia, lo que se hacĂa era filmar a plena luz del sol, pero subexponiendo la toma y usando un potente filtro de color azul. La razĂłn del color es que el ojo humano percibe el brillo de la luna con un sutil matiz azulado. Esto es debido al denominado Efecto Purkinje. En Recuerdos de Pandora explican:
A medida que la luminosidad se pierde, la retina del ojo humano pierde sensibilidad para largas longitudes de onda de la luz (correspondientes a los colores amarillo, naranja y rojo), a la par que gana sensibilidad para cortas longitudes de onda de la luz (correspondientes a los colores verde, azul y violeta).
Los tonos azulados nos evocan escenas nocturnas, y por ello el cine nos ha engañado durante dĂ©cadas filmando de dĂa y tiñendo el resultado de azul. MĂĄs adelante se utilizaron tambiĂ©n lĂĄmparas de Tungsteno cuya iluminaciĂłn tiene una temperatura de color azulada. La tĂ©cnica se usa muy raramente hoy.
FotografĂa Stop Motion
Pones un objeto frente a la cĂĄmara, tomas un fotograma, lo mueves un poco, tomas otro fotograma. AsĂ hasta tener al menos 26 cuadros por segundo que den sensaciĂłn de movimiento... Esta laboriosa tĂ©cnica de animaciĂłn se sigue usando hoy en pelĂculas caseras hechas con Lego o grandes producciones como The Boxtrolls, pero su origen se remonta al nacimiento del cine.
Se da la circunstancia de que uno de sus pioneros es un español, Segundo de ChomĂłn, que usĂł stop motion para los efectos especiales de pelĂculas como La casa hechizada (1906) o El Hotel elĂ©ctrico (1908). Segundo trabajĂł en la productora mĂĄs importante de cine en aquella Ă©poca, la francesa PathĂ© Films.
El stop Motion para animar pequeños monstruos de arcilla y simular que tienen un tamaño descomunal tuvo uno de sus grandes hitos en King Kong (1933). Su animador era Willis OâBrien, quien a su vez fue maestro de uno de los nombres mĂĄs mĂticos en la historia de los efectos especiales: el maestro Ray Harrihausen.
Harrihausen perfeccionĂł esta tĂ©cnica hasta el extremo y llevĂł esa experiencia a pelĂculas tan deliciosas como Jason y los Argonautas (1963), Hace un millĂłn de años (1966) o Furia de Titanes (1981).
RetroproyecciĂłn, Zoptic y Croma
Todo comenzó con la técnica de la retroproyección. Se situaba a los artistas en un escenario frente a una pantalla en la que se proyectaba desde atrås una escena en movimiento. Escenas tan clåsicas del cine como el avión que persigue a Cary Grant en North by Northwest (Con la Muerte en los talones en España o Intriga Internacional en Latinoamérica. 1959) se hicieron con esta técnica.
La retroproyecciĂłn no permitĂa mover la cĂĄmara, asĂ que Zoran Perisic, el especialista detrĂĄs de los efectos especiales de Superman (1978), creĂł la tĂ©cnica denominada Zoptic. El uso de dos zooms sincronizados permitĂa mover el plano de retroproyecciĂłn para seguir a un objeto en movimiento, en este caso a Christopher Reeve suspendido de unos cables.
El Ășltimo ejemplo de este juego de fondos proyectados es la inserciĂłn croma. Se trata de filmar usando un fondo de un color uniforme (generalmente azul o verde). DespuĂ©s se sustituye esa superficie por otra filmaciĂłn. Esta tĂ©cnica es ampliamente utilizada hoy tanto en cine como en televisiĂłn.
Matte Painting
El matte painting (pintura mate en español, aunque siempre se suele utilizar el tĂ©rmino original en inglĂ©s) es una tĂ©cnica artĂstica muy utilizada para escenarios. Consiste en aplicar capas de pintura opaca (generalmente Ăłleo) sobre un cristal o panel de plexiglĂĄs para despuĂ©s iluminar el resultado desde atrĂĄs.
Las zonas que se deseen mås iluminadas se cubren con tonos mås claros o menos cantidad de pintura, mientras que las mås oscuras se saturan de pigmento para que no pase la luz. Si el escenario tiene focos o puntos de luz como estrellas, se dejan pequeños puntos sin pintura para que dejen pasar toda la luz.
DespuĂ©s, basta con rodar la escena respetando la misma perspectiva de la pintura, y montar el resultado en el estudio. Si el artista es habilidoso, el matte painting se funde perfectamente con la acciĂłn. En la primera trilogĂa de Star Wars, la tĂ©cnica se llevĂł a la excelencia para elaborar escenarios que incluso hoy parecen tan reales que cuesta distinguirlos. Los cavernosos interiores de la estrella de la muerte o algunas de las escenas generales en Tatooine y Endor estĂĄn rodadas mediante esta tĂ©cnica. El famoso almacĂ©n 13 de la escena final de Raiders of the lost ark tambiĂ©n es un matte painting.
Maquillaje
Imposible hablar de efectos especiales clĂĄsicos sin hablar de maquillaje. Hoy en dĂa, el maquillaje de efectos es un arte en sĂ mismo, pero en los orĂgenes del cine eran los propios actores los que se buscaban la vida para caracterizarse. En los años 20, el actor Lon Chaney era ya un autĂ©ntico experto en maquillaje que le valiĂł el apelativo de El hombre de las mil caras. Entre sus interpretaciones hay clĂĄsicos como El jorobado de Nuestra Señora (1923) y El fantasma de la Ăłpera (1925).
Con el tiempo, el maquillaje se profesionalizĂł. El gran descubrimiento de esta increĂble profesiĂłn fue el lĂĄtex. El uso de espuma de lĂĄtex y lĂĄtex lĂquido permitiĂł la creaciĂłn de prostĂ©ticos que son autĂ©nticas obras de arte, como las mĂĄscaras que John Chambers creĂł para Planet of the Apes (1968).
Con el tiempo, el lĂĄtex se combinĂł con gelatinas, geles y siropes con los que simular sangre fresca. El gran maestro de maestros en este campo ha sido Rick Baker, a quien le debemos los efectos visuales de An american werewolf in London (1981), Gremlins 2, Hellboy o X-Men: The Last Stand. Baker combinaba a menudo el maquillaje con piezas mĂłviles o animatronics para dar mĂĄs realismo a sus creaciones.
Uso de maquetas a escala
Cuando se trata de maquetas, uno inmediatamente piensa en la trilogĂa original de Star Wars, pero en realidad su uso se remonta al mismĂsimo Georges MĂ©liĂšs, que uso modelos a escala en su cĂ©lebre Le Voyage dans la Lune (1902).
Para dar la sensaciĂłn de que la maqueta tiene un tamaño enorme, se jugaba con la profundidad de campo en una tĂ©cnica denominada Maqueta colgante, en la que se interponĂa una maqueta sobre un plano real y se forzaba la perspectiva.
Asalto a la Estrella de la Muerte. Escena original, comparada con la retocada digitalmente por Lucas en 1997 (Hat tip, Jose Jacas)
El uso de maquetas ha sido masivo antes de la llegada de los escenarios digitales. Podemos encontrar ejemplos de ello en obras de arte como MetrĂłpolis (1927), Ciudadano Kane (1941) o Godzilla (1954). En 2001: A Space Odyssey (1968) Kubrick logrĂł simular la Discovery y otras naves espaciales de forma muy convincente mediante maquetas. No obstante, la mĂĄxima expresiĂłn del uso de maquetas se la debemos a John Dykstra.
Dykstra y su equipo perfeccionaron una tĂ©cnica llamada Motion control Photography que permitĂa sincronizar el movimiento de varias maquetas colgadas de hilos con el movimiento de la cĂĄmara mediante una grĂșa y un chip especialmente adaptado. El resultado fue la cĂĄmara Dykstraflex. Eran los albores del cine digital.
Todos los combates espaciales de la trilogĂa original de Star Wars se grabaron mediante esta tĂ©cnica. DespuĂ©s habĂa que editar fotograma a fotograma para borrar los cables y sujecciones de las maquetas, incorporar matte paintings para los fondos, o añadir luces. Era un trabajo titĂĄnico.
AnimatrĂłnica
Los autĂłmatas se remontan a Leonardo Da Vinci, pero el tĂ©rmino Animatronics lo acuñó Walt Disney a colaciĂłn de unos pĂĄjaros mecĂĄnicos que cantaban en la atracciĂłn The Enchanted Tiki Room en Disneyland. Se considera que la primera pelĂcula con animatronics es Mary Poppins (1964) en la que Julie Andrews cantaba con unos pajaritos mecĂĄnicos.
Mucho ha llovido desde aquellos pajaritos. El mayor pionero en el uso de marionetas fue Jim Henson y sus ya mĂticos Muppets, pero Henson participĂł poco en cine salvo por clĂĄsicos como The Dark Crystal (1982) o Labyrinth (1986). Un discĂpulo de Henson, Frank Oz, es el responsable de haber dado vida a Yoda en el Episodio V de Star Wars, The Empire Strikes Back (1980).
Uno de los artistas mas influyentes en el uso de muñecos animatrónicos en el cine es Stan Winston. Se hizo famoso por los horripilantes monstruos animatrónicos de The Thing (1982), y es el creador del terminator Original, o de los efectos de la saga Predator. En 1993, Winston creó el mayor animatrónico que se conoce, el T-Rex de Jurassic Park. Mide 12 metros de largo y seis de alto.
RotoscopĂa
Cerramos nuestro paseo por la magia del cine clĂĄsico con uno que no es un efecto especial como tal, sino una tĂ©cnica de animaciĂłn. Se trata del rotoscopio. Es algo asĂ como una mĂĄquina de proyecciĂłn utilizada para dibujar planos a partir de otros planos, como si los calcĂĄramos del natural. En cine de animaciĂłn hay joyas como Heavy Metal que estĂĄn Ăntegramente dibujadas mediante esta tĂ©cnica, pero la rotoscopĂa es famosa por ser la tĂ©cnica que utilizaron para dar el brillo a los sables lĂĄser en la trilogĂa original de Star Wars.
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