En su stand del Mobile World Congress 2017, ademĂĄs de las habituales mesas de producto, Samsung ha decidido colocar un parque de atracciones. Uno entero, o casi. Si hay alguien sorprendido, el motivo por el que ha conseguido meter tanto en tan poco espacio es porque dicho parque es, en realidad, totalmente virtual.

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Como puede verse en las imågenes, pasar por delante de la instalación es una escena totalmente rocambolesca. Señores, señoras y asiåticos (no son grupos excluyentes) con gafas empotradas en el cråneo y haciendo muecas que van desde el asombro a la mås pura expresión de terror.

Mientras nos alejåbamos, algo impactados, mi compañero Carlos Zahumenszky y yo comenzamos a debatir si lo que acabåbamos de presenciar era algo completamente ridículo, algo interesante o un poco las dos cosas. En cualquier caso, habíamos visto algo interesante: una aplicación real y con algo de sentido para la realidad virtual.

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Imaginen un futuro, no muy lejano, en el que comienzan a proliferar negocios que, con las mismas estaciones que se ven en el vídeo, se recrean todo tipo de sensaciones o experiencias virtuales. Reducir el concepto a una montaña rusa es quedarse corto, pensemos en combates a bordo de naves espaciales que se mueven, juegos de sigilo o incluso de deportes. Las posibilidades son pråcticamente infinitas. El concepto final sería algo muy parecido a un salón de recreativas pero dedicado a la realidad virtual.

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Puede sonar futurista pero, tal y como Samsung ha demostrado, mĂĄs o menos, lo Ășnico que hace falta es la maquinaria necesaria, algo relativamente sencillo de construir, el software y, por supuesto, el dinero.

Mientras Carlos (Zahumenszky) tiende mĂĄs a posicionarse hacia un futuro en el que quizĂĄ existan este tipo de negocios dedicados a “recrear” experiencias de este tipo utilizando la realidad virtual, yo me inclino hacia el escepticismo. Creo que la realidad virtual estĂĄ todavĂ­a en pañales y que su camino de maduraciĂłn la llevarĂĄ hacia otros derroteros, que la gente no querrĂĄ gastar el tiempo y el dinero en salir de sus casas simplemente para probar una realidad virtual que ademĂĄs de “virtual” tiene movimiento.

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Es, en cualquier caso, un debate tan interesante que os animamos a que dejéis vuestra opinión en comentarios. Si conseguimos probar el invento (las colas en el MWC son eternas y hay mucho trabajo por hacer) actualizaré el post con nuestras impresiones.