Microsoft reconoce que Kinect está muerto y deja de fabricarlo. Kinect nació en 2010 como un dispositivo revolucionario para captar los movimientos del usuario y pasarlos a un juego, pero tras el fracaso de Microsoft de hacerlo obligatorio en Xbox One la compañía tuvo que dejarlo de lado y permitir usar la consola sin el sensor conectado. Casi cuatro años después de la llegada de la nueva versión (junto a Xbox One), Microsoft ha reconocido que está muerto y deja de fabricarlo, lo que significa que solo podrás comprar uno hasta agotarse su existencia, aunque la compañía asegura que continuará “dándole soporte” por un tiempo. Paz a sus restos. [vía Fast Co.Design]
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