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El lanzamiento de la Starliner de Boeing se retrasa indefinidamente debido a un problema técnico

El lanzamiento retrasado es el último de una serie de reveses para el proyecto Boeing, que apunta a llevar astronautas a la ISS

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La cápsula CST-100 Starliner colocada encima de un cohete United Launch Alliance Atlas V.
La cápsula CST-100 Starliner colocada encima de un cohete United Launch Alliance Atlas V.
Imagen: NASA/Joel Kowsky

La segunda prueba sin tripulación de la nave CST-100 Starliner de Boeing ha sido pospuesta de manera indefinida, mientras los equipos de la misión en Boeing y la NASA resuelven un problema relacionado con el sistema de propulsión de la nave espacial.

Un artículo de Gizmodo publicado en julio de 2020 se titulaba: “La investigación de una prueba fallida de Starliner expone la debilidad de Boeing como socio de la NASA”. Así es como me sentí cuando escribí ese artículo, y esta última noticia no hace nada para cambiar mi opinión sobre el gigante aeroespacial.

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Se suponía que la misión Boeing Orbital Flight Test-2 (OFT-2) despegaría el martes 3 de agosto, pero una serie de “indicaciones inesperadas de la posición de la válvula” en el sistema de propulsión del CST-100 Starliner provocaron un retraso, según un comunicado de la NASA. La cuenta atrás para el lanzamiento ya estaba en marcha cuando se detectó el problema, es decir, válvulas en la configuración incorrecta necesarias para el lanzamiento.

Este es ahora el segundo retraso de la segunda prueba de vuelo sin tripulación de la cápsula, sin incluir el retraso prolongado provocado por la primera prueba fallida en diciembre de 2019, tiempo durante el cual Boeing tuvo que abordar 80 recomendaciones hechas por el equipo conjunto de revisión independiente NASA-Boeing. Se suponía que Starliner se lanzaría el viernes 29 de julio, pero el módulo Nauka fallido de Rusia obligó a un aplazamiento.

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El martes 3 de agosto, los equipos de misión de Boeing y la NASA intentaron solucionar el problema “activando las válvulas del sistema de propulsión del módulo de servicio”, como señala la NASA. Se descartaron algunas causas potenciales, incluyendo las relacionadas con el software, pero el equipo necesita más tiempo para completar su evaluación.

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Se realizarán más inspecciones y pruebas, por lo que el equipo planea transportar el cohete Atlas V de United Launch Alliance, con Starliner colocado encima, a la Instalación de Integración Vertical (VIF) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida, Estados Unidos. El equipo apagará Starliner y después moverá el cohete y la nave espacial a VIF. No se ha determinado una fecha y hora de lanzamiento reprogramadas.

“La NASA y Boeing tomarán el tiempo necesario para garantizar que Starliner esté lista para su importante prueba de vuelo sin tripulación a la estación espacial y buscarán la próxima oportunidad disponible después de la resolución del problema”, escribe la NASA.

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Ahora es la parte en la que me veo obligado a decir que todo esto es una parte normal del desarrollo y las pruebas, que es bueno estar seguro y que se deben esperar problemas, y bla bla bla. Pero por mucho que esté apoyando este proyecto, claramente ha sido un desastre. Boeing necesita ponerse las pilas, ya sea diseñando vehículos de tripulación comerciales seguros para los astronautas de la NASA o concienciando a los pilotos de las características terriblemente peligrosas agregadas a los aviones de próxima generación.

Starliner probablemente será un éxito y le brindará a la NASA una segunda opción para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (la Crew Dragon de SpaceX ya está en funcionamiento). Pero la agencia espacial debería considerar seriamente sus opciones al buscar socios futuros.