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El MIT señala el problema de seguridad más evidente del Autopilot de Tesla (y no te va a gustar)

La culpa no es de la tecnología, sino de las manos que se ponen al volante

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Imagen para el artículo titulado El MIT señala el problema de seguridad más evidente del Autopilot de Tesla (y no te va a gustar)
Imagen: Tesla

Un nuevo estudio apunta a algo que seguramente has pensado. El mayor problema que tiene el Autopilot de Tesla, la tecnología de conducción autónoma de la compañía, está precisamente en aquellos que ponen las manos al volante. O mejor dicho, aquellos que no las ponen.

El estudio publicado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) destaca ante todo que se trata de una situación de peligro “pasajera”, entendiendo esta como la fase intermedia en la que estamos ahora, es decir, la tecnología de conducción autónoma se ha vuelto lo suficientemente buena como para manejar muchos aspectos de permanecer en la carretera, pero todavía no se puede (ni es legal) confiar en que se haga cargo de todo, todo el tiempo.

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Y aquí es donde aparecemos nosotros, los humanos. Cuenta el estudio que la situación actual es potencialmente más peligrosa que la conducción totalmente humana o la conducción totalmente automatizada, porque cuando las personas se ponen al volante asumen que no tienen que prestar toda su atención a cada parte de la experiencia de conducción. Según los autores:

Los patrones de comportamiento visual cambian antes y después de la desconexión del Autopilot. Antes de la desconexión, los conductores miraban menos a la carretera y se concentraban más en áreas no relacionadas con la conducción en comparación con después de la transición a la conducción manual. La mayor proporción de miradas fuera de la carretera antes de la desconexión a la conducción manual no se compensó con miradas más largas hacia delante.

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Por su parte, Tesla ha sido muy clara con la situación actual. El Autopilot es una ayuda, pero no un conductor autónomo. Como ellos mismos explican:

El Autopilot está diseñado para ayudar pero sus características aún requieren una supervisión activa del conductor y no hacen que el vehículo sea autónomo.

Para llegar a las conclusiones del estudio, los investigadores del MIT analizaron la postura del conductor y la posición de la cara con la que determinar dónde estaban enfocados los ojos. Utilizando datos recopilados desde 2016, el equipo comparó 290 incidencias de conductores que apagaron la función de Autopilot, comparando su comportamiento antes de la desconexión con sus acciones posteriores. Para el estudio se utilizaron datos de más de 800.000 kilómetros de viaje.

¿El resultado? De las miradas fuera de la carretera observadas mientras el Autopilot estaba habilitado, la mayoría se centraron en la gran pantalla del tablero de los Tesla. Encontraron que el 22 por ciento de estas miradas excedían los dos segundos con el Autopilot encendido, en comparación con solo el 4 por ciento con el Autopilot apagado.

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Además, las miradas fuera de la carretera fueron más largas en promedio mientras el Autopilot estaba activado. Durante la conducción manual, las miradas a las ventanas laterales, los espejos laterales y el espejo retrovisor eran más probables. Los investigadores también desarrollaron un modelo de simulación para estimar el comportamiento de la mirada en un conjunto más amplio de datos. Según el MIT:

Este cambio de comportamiento podría deberse a un malentendido de lo que puede hacer el sistema y sus limitaciones, lo que se ve reforzado cuando la automatización funciona relativamente bien.

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Finalmente, el equipo sugiere que los sistemas autónomos como el Autopilot deberían vigilar a los conductores y la carretera, mostrando advertencias y ajustando el comportamiento del sistema dependiendo de lo atento que esté el humano detrás del volante. En la actualidad, el Autopilot usa la presión en el volante para juzgar si alguien todavía está prestando atención.

Por supuesto, recalcan lo sumamente importante que es que los conductores sean plenamente conscientes de lo que la tecnología de conducción autónoma puede y no puede hacer. [Accident Analysis & Prevention vía ScienceAlert]