Corea del Sur lleva 7 días transmitiendo desde la zona desmilitarizada de la frontera (DMZ) el mismo mensaje dirigido a sus vecinos del Norte: “El soldado desertor se encuentra a salvo en el Sur”. No es la primera vez, llevan años haciéndolo. Y todo gracias a un sistema de altavoces.
La idea en este caso es sencilla: que a base de repetir la misma historia tenga un efecto psicológico, primero en los guardias fronterizos de Corea del Norte, y luego hasta donde alcance la potencia de los sistemas. Lo cierto es que este tipo de acciones no son nuevas, de hecho, los dos bandos llevan haciendo uso de ellas bastantes años, siempre para difundir propaganda.
Para el Sur, quienes cuentan con el equipo más potente de ambas regiones, se trata de convencer a los soldados de Corea del Norte que dudan de su propio régimen. La programación de este tipo de propaganda, que se ejecuta de forma intermitente desde la Guerra de Corea, se ha vuelto más sutil en los últimos años.
¿Qué se puede escuchar? Un poco de todo, desde informes meteorológicos, hasta noticias de alcance internacional que los norcoreanos tienen prohibido, aunque también hay espacio para historias de tragedias, debates favorables sobre la democracia, el capitalismo o la “apacible” vida en Corea del Sur. Obviamente, también se habla desde una perspectiva negativa de la mala administración y la corrupción del Norte.
Sin embargo, lo que más se repite diariamente es música, temas de bandas que de otra forma sería imposible escuchar para los norcoreanos. Los “oradores” transmiten el denominado como K-pop de Corea (básicamente pop) prohibido entre sus vecinos. Ejemplos de ello son la banda coreana Apink, el cantante IU, la banda masculina Big Bang, cuyo megahit Bang Bang Bang están el Top3 de las listas de reproducción propagandistas o el mundialmente famoso Gangnam Style de Psy.
Como explicábamos al comienzo, el Norte también cuenta con su equipo, pero es más difícil de escuchar debido a su baja calidad del mismo. En cualquier caso, desde Corea del Norte el mensaje que más se escucha son las condenas a Seúl y sus aliados.
Más datos sobre los altavoces del Sur. Según han explicado los militares, la emisión es diaria, día y noche, aunque a veces se descansa de dos a seis horas. Si bien la distancia exacta que recorre el sonido depende de la topografía o las condiciones climáticas, los militares surcoreanos afirman que las transmisiones pueden escucharse hasta 10 kilómetros al otro lado de la frontera durante el día, y hasta 24 kilómetros durante la noche.
Desde el año 2004 las transmisiones estaban detenidas tras un acuerdo Norte-Sur, sin embargo, este tipo de propaganda se reinició el 10 de agosto de 2015 después de que una mina terrestre fronteriza mutiló a dos soldados surcoreanos.
Se piensa que alrededor de la DMZ existen hasta 11 lugares con estos altavoces, un sistema que desde Pyongyang se considera un acto de guerra (de hecho han amenazado con hacer estallar los altavoces). Como explica Kim Yong Hun, presidente de Daily NK, un periódico online que informa sobre Corea del Norte:
La popularidad de estos altavoces se extiende a los residentes comunes y se ve especialmente favorecida por las generaciones más jóvenes. Los soldados no están exentos de la obsesión, las canciones y la programación cultural transmitida por sus hermanos en el sur tiene un poder enorme para influir en cómo los jóvenes ven el sistema norcoreano.
Para Hun, la escucha prolongada de estas transmisiones las 24 horas del día tiene un efecto gradual, y en última instancia transformador, precisamente lo que busca Corea del Sur. [BusinessInsider, CNN, The Diplomat]