Si la película de Tomb Raider no se llamara “Tomb Raider”, habría sido una mejor película. Porque si bien es una película de acción que cualquiera puede disfrutar, no está a la altura de la franquicia en la que se basa, ni el personaje, ni su título.
Dirigida por Roar Uthaug (The Wave), Tomb Raider es protagonizada por la ganadora de un premio Oscar Alicia Vikander como Lara Croft, una joven de familia adinerada cuyo padre desapareció hace varios años. Desde entonces, Croft se niega a aceptar que está muerto y, por tanto, se niega a heredar sus millones. En cambio, vive una vida normal y atlética, trabajando como mensajera en Londres y entrenando en artes marciales mixtas, pero un día descubre una pista acerca de la desaparición de su padre que la hace comenzar una aventura a una isla remota con la esperanza de encontrarlo. En general, la historia es bastante predecible, pero aún así es posible disfrutarla, especialmente gracias a la excelente actuación de Vikander.
Como Lara Croft, Vikander siempre está evolucionando. Es imprudente pero aún así es capaz de superar las situaciones con las que se encuentra, y con cada una se va convirtiendo un poco más en la Lara Croft que conocemos y amamos. Del mismo modo, la película también crece desde su comienzo, una historia directa de una mujer joven en la gran ciudad, pasando a una película de aventura en la jungla con acción. Las secuencias de escenas a medida que evoluciona la historia son emocionantes, y es en este aspecto en donde Uthaug triunfa como director. Pone a Croft en aviones, en el agua, en batallas con arco y, por supuesto, en tumbas, algo que no solo entretiene sino que también permite a la audiencia ver cómo Lara se convierte, en tiempo real, en una cazadora de tumbas (Tomb Raider).
Pero ese es el problema de la película. Lara pasas todo el tiempo en camino a convertirse en algo, pero nunca llega.
La mayoría de personas conoce a Tomb Raider como una serie de videojuegos acerca de Lara Croft, una arqueóloga y aventurera ruda y armada que se la pasa metida en la acción, descubre un montón de ciudades perdidas que contienen espíritus malvados y, a menudo, salva el mundo. Sin embargo, en el 2013 llegó un nuevo juego llamado Tomb Raider que presentó a una Croft mucho más realista y mejor personaje. Contaba la historia original de cómo la joven Lara se convirtió en esta heroína de acción y el juego fue elogiado por la crítica y comercialmente, tanto así que despertó el interés en llevar el personaje de nuevo a la gran pantalla después de que Angelina Jolie la interpretara por última vez en el año 2003. En el juego Lara también va en busca de su padre pero se encuentra con un culto siniestro y un misterio ancestral, lo que la obliga a convertirse en una mujer dura y aventurera para poder sobrevivir.
El juego finaliza con Lara transformada por sus experiencias y convertida en la protagonista de Tomb Raider que tantos conocemos, aunque apenas comenzando su carrera. La película nos muestra una Lara que va creciendo de manera similar, pero nunca termina de evolucionar. Quizás esto sería menos frustrante si la estructura de la película no fuera tan básica, pero aunque obviamente contiene los componentes básicos de la saga Tomb Raider, al final no cuenta con la chispa o la individualidad para convertirse en su propia historia, o en una historia única. En cambio, se siente como una película de acción simplemente mejor que el promedio y con el título de una marca conocida.
Walton Goggins, Daniel Wu y Dominic West forman el elenco de personajes de reparto principales y hacen este trabajo tan bien como pueden, reforzando la historia de Croft como el villano, el confidente y su padre, respectivamente. Pero en realidad toda la película se basa en Vikander como Lara. Es raro encontrar un momento en el que no estemos apoyando a Croft y eso es gracias al talento y la actuación natural y poderosa de Vikander. Lo que pasa es que su actuación, la acción, el desarrollo del personaje y el reparto secundario nunca logran crear algo especial, desafortunadamente.
Al final, es una película de acción que puedes disfrutar pero que terminarás olvidando, la cual se siente más como la etapa inicial de entrenamiento de uno de estos videojuegos en lugar de una experiencia completa.
Tomb Raider se estrena el viernes 16 de marzo.