
Todos hemos escuchado de los expertos que una de las claves para luchar contra el coronavirus comienza con la prevención y la higiene diaria de cada uno. Entre esas pautas se encuentra la limpieza y desinfección de superficies. Un experto recuerda el paso esencial y crítico que mucha gente se salta cuando limpia.
El CDC en Estados Unidos recomienda en su guía de normas para reducir la posibilidad de infección limpiar las áreas que toca con frecuencia, como pomos de las puertas, lavabos e inodoros. Sin embargo, limpiar una superficie no es lo mismo que desinfectarla.
La razón: mientras que el proceso de limpieza implica fregar un área con agua y jabón, desinfectar significa aplicar un químico para matar gérmenes. Sobre este detalle y un paso esencial que muchos se saltan ha hablado el experto Cory Chalmers a Business Insider.
Chalmers es el CEO de Steri-Clean, compañía que se especializa en la limpieza profesional de de riesgos biológicos para sitios contaminados con enfermedades infecciosas. Por esta razón, en las últimas semanas se han dedicado casi exclusivamente a restregar lugares contaminados por el nuevo coronavirus, incluyendo hogares, cruceros, oficinas, fábricas y restaurantes de comida rápida. Según Chalmers:
Mucha gente rocía una superficie y luego la limpia de inmediato. Pero no está dejando que el desinfectante haga su trabajo.

¿Por qué? Esto se debe a que las superficies sucias están cubiertas de conjuntos de gérmenes llamados biofilm que resisten los desinfectantes. “Estos gérmenes deben eliminarse antes de que una sustancia química pueda eliminar eficazmente cualquier virus o bacteria persistente”, explica el experto.
Chalmers recuerda que el primer paso en el proceso de limpieza debería ser poner jabón en un trapo o una toalla de papel y luego doblarlo en cuartos. La toalla, paño o similar levantará el biofilm de la superficie, por lo que solo quedarán gérmenes residuales. Tras haber limpiado una superficie pequeña, debemos darle la vuelta a la toalla o trapo y usar el otro lado, luego debemos darle la vuelta y usar los cuartos restantes. Según Chalmers:
La gente a veces camina por la casa con el mismo trapo, limpiando todas las superficies. Eso no hace nada porque solo están esparciendo los gérmenes. Una vez que la toalla o el trapo que estás usando esté lleno de gérmenes, ya no se absorberá más.
El experto cuenta que después de que la superficie esté limpia es cuando se puede aplicar un spray desinfectante o una toallita. Además, recuerda que la parte posterior de cada botella de desinfectante viene marcada con un “tiempo de permanencia” (cuánto tiempo debe permanecer el desinfectante en una superficie antes de matar los gérmenes). “Algunos desinfectantes tardan 10 minutos, mientras que otros solo unos 30 segundos”, zanja Chalmers. [Business Insider]