
Pese a haber recibido un revés tras otro, la NASA no tira la toalla con su misión Artemis 1. La agencia espacial acaba de solicitar la aprobación para intentar un nuevo lanzamiento en septiembre y asegura que podrá tener solucionados todos los problemas de su cohete SLS para entonces.
Aunque parecía que nos íbamos a tener que esperar a mediados octubre para poder ver un nuevo intento de despegue, la NASA ha querido acelerar las cosas y probar suerte en tan solo un par de semanas. Para ello, la agencia espacial ha presentado una solicitud especial ante la Fuerza Espacial de los Estados Unidos para aprovechar la próxima ventana de lanzamiento que se abre durante los días 23 y 27 de septiembre. La NASA también quiere adelantar todo el proceso para que su lanzamiento no entre en conflicto con la misión DART, puesto que la sonda que salió en dirección al asteroide Dimorphos con la intención de desviar su trayectoria llegará a su destino el próximo 26 de septiembre.
La Fuerza Espacial tendrá que analizar ahora si el nuevo cohete de la NASA cumple todos los requisitos para poder ser lanzado desde el Centro Espacial Kennedy con seguridad.
Si la NASA recibe la aprobación de la Fuerza Espacial, tocará la parte difícil: solucionar los problemas de su gigantesco cohete SLS. El primer lanzamiento de Artemis 1 tuvo que ser cancelado después de un fallo en uno de los motores, mientras que en el segundo intento, el cohete sufrió una importante fuga de hidrógeno. “Esta no es una fuga que podamos gestionar”, explicaba el otro día Mike Sarafin, director de la Misión Artemis.
Actualmente, la NASA está tratando de reparar el sellado de las líneas que llevan el hidrógeno líquido al cohete SLS, que fue lo que provocó la fuga durante el último intento de lanzamiento. “Si fallamos en esta misión porque no hicimos todo bien, entonces el coste sería increíblemente alto”, explicaba en rueda de prensa Jim Free, administrador asociado del programa de Desarrollo de Sistemas de Exploración de la NASA.
Si finalmente la Fuerza Espacial no aprueba esta nueva ventana de lanzamiento, la NASA no tendrá más remedio que enviar el cohete SLS de vuelta al edificio de ensamblaje, y nos tocará, en el mejor de los casos, esperar hasta bien entrado octubre para ver partir su cohete.