En cuanto al desarrollo del personaje, Cavill comentó que lo más complicado de desarrollar a Geralt es que el Geralt de los libros es muy expresivo y narrativo (al menos en su cabeza), pero en la serie sencillamente no tenían el tiempo para poder incluir montones de diálogos y monólogos, o conversaciones unidireccionales con Sardinilla, su caballo. Es por eso que decidió crear a un Geralt que compensa su falta de diálogos con gestos, lenguaje corporal y una voz tosca, ronca y severa (que no deja de recordarme un poco a Batman, lo cual en cierto modo está bien).

“Si lees El último deseo notarás que es un libro que está lleno de Geralt hablando y pensando acerca de muchas cosas, y el segundo libro es más de lo mismo, solo que ese también presenta a otros dos personajes protagonistas. En nuestra serie tenemos a tres personajes desde el comienzo, y para mi era importante que la esencia de Geralt y su manera de ser estuviera muy presente en la serie. Pero no tenemos el mismo espacio como para que Geralt tenga unas 12 horas de monólogos, que creo que es lo que dura el audiolibro [de El último deseo], así que lo importante era encontrar cómo mantener su esencia.

En los libros vemos a Geralt hablando con reyes y reinas de manera elocuente, con muchos “Sir” y “Milady”, haciéndolos sentir cómodos. Sabe cómo hablarles. Pero nosotros no tenemos ese tipo de espacio en la serie, por lo que decidimos que Geralt fuera un personaje mucho más duro y directo, y por eso mismo elegí la voz que uso en la serie. [...] En sus relaciones con otros personajes, como Yennefer, juego y me muevo de la zona de confort, mostrando aún más otros aspectos de Geralt que están más presentes en sus monólogos”.

El actor también comentó que debido al tipo de personajes míticos que le ha tocado interpretar (como aquel señor de capa roja que todos conocemos, además de Geralt), nunca intenta deliberadamente hacer “suyo” un personaje, sino que se mantiene fiel al material original, a la fuente, pero aún así sucede que se crea su propia versión, simplemente porque todos somos personas diferentes. “Ya sea el Geralt de Sapkowski en los libros, el de Lauren [Schmidt Hissrich], el que interpreta Doug Cockle en los juegos o el mío, todos tienen sus diferencias. Es natural”.

Cavill dice que Geralt es un personaje complicado, y que su mayor debilidad es que todavía es capaz de sentir emociones, incluso de amar, cuando se supone que los Brujos no deberían hacerlo. Además, Geralt es un personaje que aunque se supone que es un mercenario que se dedica a matar monstruos, también busca hacer el bien e intenta tomar las decisiones correctas. Sin embargo, pocas veces logra hacerlo, aunque sus intenciones sean buenas. Según el actor, justamente esto hace que sea más fácil identificarnos con él, porque errar es de humanos. Durante el panel de la Comic-Con de Argentina, el actor dijo:

“Geralt no es el típico héroe. Su naturaleza es muy diferente a la de un héroe. Él intenta hacer el bien, proteger al inocente, siempre y cuando crea que lo merece, pero al mismo tiempo resiente el mundo donde vive [por como es]. Geralt intenta hacer lo correcto, pero aún así es complicado porque quizás murieron muchas personas, o incluso la persona que intentaba salvar. Eso es lo que me parece más interesante [de él]. Además, todos le temen, no solo por el hecho de que es un cazador de monstruos, por como luce o por sus poderes, sino porque no tiene afiliaciones políticas, no se les puede controlar”.

Imagen para el artículo titulado La serie The Witcher de Netflix es fiel a los libros, no a los juegos, según Henry Cavill y su creadora
Imagen: Netflix.

La serie de The Witcher no es la primera vez que la historia de los libros de Sapkowski es adaptada para la televisión. En Polonia ya lo habían intentado. Entre los años 2001 y 2002 se estrenaron una película para la televisión y una temporada de 13 episodios basada en la saga de novelas de Sapkowski, pero su calidad era dudosa. De hecho, el autor de los libros llegó a decir que solo podría describir la serie usando una sola palabra, “una corta y muy obscena”.

Por supuesto, está de más decir que lo que llevó a la saga a la fama en todo el mundo ha sido la saga de videojuegos de CD Projekt RED, incluyendo el exitoso The Witcher 3 de 2015. Cavill dijo que es fan de los juegos, y que ha jugado al último casi 3 veces por completo. Por lo que cuando se enteró que Netflix estaba haciendo la serie, se dedicó a contactar a la showrunner y su equipo para intentar conseguir el papel como protagonista.

Acerca de la relevancia de la serie para la vida real, Schmidt Hissrich dice que The Witcher es fantasía y entretenimiento, pero más allá de presentar una oportunidad para el escapismo, también refleja problemas del mundo real. Después de todo, Geralt es un mutante, y todos lo desprecian y lo odian, por lo que el Brujo ha tenido que aprender a lidiar con eso. La idea de la showrunner es entretener al que ve la serie, “pero si tras verla te hace pensar un poco más, aún mejor”. “Necesitamos este tipo de historias, necesitamos fantasía”, comentó.

La primera temporada de The Witcher se estrena en Netflix el 20 de diciembre, y ya han confirmado que tendrá segunda temporada.