
Rocket Lab, una compañía aeroespacial estadounidense fundada por el ingeniero neozelandés Peter Beck, ha presentado el Neutron, un cohete reutilizable capaz de lanzar ocho toneladas de carga útil a la órbita baja terrestre y después aterrizar en tierra firme sin perder la cofia.
El cohete de 40 metros de altura, diseñado para poner en órbita las nuevas constelaciones de satélites, tiene una cofia de 5 metros y pesa 480 toneladas.
Su color negro no es solamente una decisión corporativa. El cohete está hecho de un composite de fibra de carbono, más ligero que el aluminio, que Rocket Lab fabricará con técnicas de impresión 3D para abaratar costes. Esta técnica, que ya se utiliza para fabricar cohetes de metal, permitirá instalar la fibra a un ritmo de metros por minuto.
Según Rocket Lab, Neutron será el primer vehículo de lanzamiento de clase media hecho de composite de carbono. Este material ligero y fuerte es capaz de resistir el inmenso calor y las fuerzas de lanzamiento y reentrada atmosférica, lo que permitirá lanzar el cohete una y otra vez reduciendo los costes de vuelo.

La primera etapa del Neutron es reutilizable y puede volver de forma autónoma al lugar de lanzamiento, maniobrando con sus superficies de control y reencendiendo sus motores para aterrizar en tierra firme. Es por esto que el cohete tiene forma cónica con una base ancha, de siete metros de diámetro, y patas de aterrizaje fijas que forman parte de su propia estructura.
En el evento de presentación, Beck no pasó por alto que el diseño elimina la necesidad de complejos mecanismos de aterrizaje y caras operaciones en el océano, una pulla dirigida a SpaceX. Pero los cohetes de SpaceX son más grandes y potentes, particularmente la futura Starship, y Peter Beck tiene cierta enemistad con Elon Musk, especialmente después de que SpaceX se metiera en el negocio de viajes compartidos para satélites pequeños, la especialidad del Electron de Rocket Lab, así que no hay que hacer mucho caso a lo que diga uno sobre la empresa del otro.
Volviendo al Neutron, la segunda etapa es desechable, pero la cofia en sí se reutiliza, ya que forma parte de la estructura principal del vehículo, como en la Starship. El diseño emplea un mecanismo conocido como “Hungry Hippo”. En lugar de separarse y caer al océano, la cofia se abre como las mandíbulas de un hipopótamo para dejar salir la segunda etapa con la carga útil.
Rocket Lab también ha anunciado el motor de cohete que impulsará al Neutron. Es un diseño nuevo llamado Archimedes: un motor de ciclo con generador de gas que utiliza metano como combustible y oxígeno líquido como oxidante, como la Starship de SpaceX. Tiene un empuje de 1 meganewton y 320 segundos de impulso específico.
La primera etapa del Neutron usará siete motores Archimedes, mientras que la segunda etapa llevará un solo motor Archimedes con tobera grande, optimizado para el vacío. La estructura ligera del cohete reduce la necesidad de complejidad del motor, por lo que será un motor simple con requisitos de rendimiento modestos. Rocket Lab espera hacer una prueba de encendido el año que viene.
Rocket Lab ha lanzado 107 satélites con el pequeño Electron, el segundo cohete estadounidense con más lanzamientos de los últimos años tras el Falcon 9 de SpaceX. Con el Neutron, el Falcon 9 tendrá compañía, pero Rocket Lab no ha detallado su hoja de ruta. Su primer lanzamiento se esperaba para 2024.