
2022 apenas lleva poco más de un mes, y ya llevamos un par de transacciones enormes, tanto en dinero como en relevancia, en el mundo de los videojuegos. Una de ellas es, por supuesto, la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. La otra, es la reciente adquisición de Bungie por parte de Sony Interactive Entertainment (SIE), y esta última parece tener grandes planes para el estudio que creó los primeros juegos de Halo y la saga Destiny.
Durante una llamada con inversionistas, Sony reveló que la adquisición de Bungie por 3.600 millones de dólares será uno de los pilares claves para sus futuros planes en el mundo de los videojuegos. En esencia, tienen planeado hacer más de 10 juegos de tipo servicio entre la fecha actual y marzo de 2026.
“El significado estratégico de esta adquisición está no solo en obtener la exitosa franquicia Destiny, además de las nuevas franquicias (propiedades intelectuales, o IP) que Bungie está actualmente desarrollando, sino también incorporar en Sony toda la experiencia y tecnologías que Bungie ha desarrollado en el sector de los juegos como servicios”.
Las palabras “juegos como servicios” durante años han activado las alarmas de muchos jugadores, en especial gracias a que algunos años parecía que toda la industria apuntaba hacia allí. Y realmente, la industria ha transformado su modelo de negocio en uno en el que muchos de los juegos más grandes no paran de “crecer” y, al mismo tiempo, ofrecer más contenido, campañas, objetos in game y más formas de monetización prolongada, posterior a la venta del juego como tal. Eso es algo que vemos en títulos como Destiny 2, por ejemplo.
Y Sony lleva mucho tiempo creando relaciones con las empresas encargadas de este tipo de contenido. Hubo una época en la que incluso Destiny recibía contenido temporalmente exclusivo en consolas PlayStation, y ni hablar del acuerdo de exclusividad que deben tener con miHoyo, responsables de uno de los juegos más exitosos de los últimos años, Genshin Impact, el cual es una mezcla muy interesante y con grandes resultados de un juego single player gratuito, con una campaña enorme que no para de crecer con cada nueva actualización, con elementos multijugador y un sistema de monetización basado en la esencia de los juegos como servicios.
Pero quizás el ejemplo de juego como servicio exitoso más conocido en el mundo, en especial fuera de Asia, es Fortnite.
Al final, la estrategia de SIE con la adquisición de Bungie incluye crear este tipo de títulos, quizás pertenecientes a las franquicias de PlayStation además de las IP de Bungie, sin dejar de lado el esfuerzo en el desarrollo de títulos exclusivos y single player que caracteriza a PlayStation. Por poner un ejemplo, en unos años es posible que tengamos no solo una secuela de The Last of Us Part II, sino quizás una versión abierta del mundo de esta saga, gratuita, con elementos de exploración y el combate de Facciones que tuvo tanto éxito en el primer The Last of Us para PS3. Eso, junto a más expansiones de Destiny 2 y esa nueva IP que, según Bungie, llegará antes de 2025. [vía Verge]