
Un nuevo informe elaborado por el New York Times a partir de datos de la Administración Federal de Aviación Estadounidense arroja una terrorífica luz sobre los vuelos comerciales en Estados Unidos. El documento revela, por ejemplo, que las colisiones entre aviones en el aire son algo que está a punto de pasar todas las semanas.
El informe cuenta también con datos provenientes de reportes de seguridad que son rellenados por los propios pilotos y controladores aéreos, y recopilados por la NASA.
Los incidentes en los que un avión “casi choca” contra otro en pleno vuelo son algo tan común que, de hecho, ocurre varias veces cada semana. Los incidentes de este tipo ascienden a 46 solo en el último mes. En los últimos 12 meses de los que se dispone de datos ha habido 300 de estas casi-colisiones. Algunas de ellas no han acabado en desastre gracias a maniobras efectuadas con solo segundos de antelación.
Los detalles concretos de algunos de estos incidentes que quedaron al descubierto en los informes del Times probablemente sean suficientes para hacer que algunos lectores renuncien a viajar en avión por el resto de sus vidas. Se dice que una gran mayoría de los incidentes son el resultado de errores del piloto o del controlador de tráfico aéreo, y muchos de ellos ocurren dentro y alrededor de los aeropuertos durante el despegue o el aterrizaje.
En un incidente ocurrido recientemente en Fort Lauderdale, Florida, un controlador de tráfico aéreo autorizó accidentalmente a un avión de Delta a acercarse al aeropuerto para aterrizar, lo que lo puso en curso de colisión con un vuelo de Spirit Airlines que también había sido autorizado a aterrizar. En otro incidente en el Aeropuerto Internacional de Nueva Orleans, un vuelo entrante de Southwest casi choca contra un vuelo de Delta que estaba en pleno despegue.
Las historias siguen y siguen. El Times llama a todo este lío un “patrón alarmante de fallas de seguridad y casi accidentes” y explica que este tipo de incidentes peligrosos se producen con cada vez con más frecuencia en los aeropuertos de Estados Unidos. Dicho esto, no está claro si los incidentes peligrosos están ocurriendo con más frecuencia o si son las denuncias de incidentes las que han aumentado.
El informe también sugiere que uno de los principales culpables de esta tendencia es una falta de personal “crónica” en las torres de control del tráfico aéreo. Este es un problema bien conocido en el mundo de la aviación comercial desde hace bastante tiempo. La pandemia afectó especialmente a la industria del transporte aéreo. Los niveles de personal de control del tráfico aéreo se redujeron durante ese período y nunca se recuperaron por completo. Ahora, a pesar de los recientes esfuerzos de la FAA por reponer personal, las cosas se ven bastante complicadas. El periódico afirma:
En mayo, sólo tres de las 313 instalaciones de tráfico aéreo en todo el país tenían suficientes controladores para cumplir los objetivos establecidos por la FAA y el sindicato que representa a los controladores.
Muchos controladores deben trabajar seis días a la semana y en un horario tan agotador que varias agencias federales han advertido que esto puede interferir con su capacidad para hacer su trabajo correctamente. Los controladores de tránsito aéreo aparentemente están tan perturbados por esta situación que han comenzado a escribir cartas a la FAA en una súplica desesperada por mano de obra y recursos adicionales. Una de esas cartas, revelada en el informe, dice: “La escasez de personal es más que insostenible. Ahora ha entrado en una fase SIMPLEMENTE PELIGROSA... Los controladores están cometiendo errores a diestro y siniestro. La fatiga es extrema... El margen de seguridad se ha reducido diez veces. La moral está por los suelos. Me sorprendo tomando riesgos y tomando atajos que normalmente nunca tomaría”.