La historia comienza el pasado 2 de febrero. Ese día Emily Hughes lanza un tuit con una foto que se hace viral en pocas horas. La joven había encontrado una minivan con cientos de copias de la película Speed estacionado en Brooklyn. ¿Quién? ¿Cómo? Y quizás lo más perturbador, ¿para qué demonios?
Se trataba de una minivan negra pero lo más curioso de la historia es que tras el mensaje en la red social comenzaron a aparecer otros usuarios que recordaban haberla visto en otras localizaciones.
Otros comenzaron a responder con sus fotos en localizaciones como Greenpoint y Williamsburg. Fotografías que databan del mes de junio del año pasado y cuyas imágenes delataban que aquella “colección” o lo que fuera, había comenzado mucho antes, aunque la última imagen de Hughes parecía mostrar más cintas VHS que ninguna.
Para aquellos que no lo recuerden o que no la hayan visto Speed fue una película de 1994 protagonizada por Keanu Reeves y Sandra Bullock, quienes se unen para frustrar a un terrorista que ha plantado una bomba en un autobús en la ciudad de Los Angeles. Si el autobús caía a cierta velocidad la bomba explotaba.
Bien, la película tendrá sus fieles seguidores pero, ¿coleccionar decenas de copias en una minivan por Estados Unidos?
Internet y la segunda furgoneta
Aquella escena no iba a pasar desapercibida para la red. A los mensajes y fotos en Twitter se sumaron otras plataformas como reddit. Así encontraron a los dueños de la furgoneta. Se trataba de una banda que se llama Idaho Green que se había mudado recientemente a Brooklyn desde Montana. En su página de Facebook dejaban claro que el vehículo les pertenecía, lo llamaban “la furgoneta Speed”. Faltaba saber la razón que les había llevado a coleccionar en repetidas ocasiones la película de Keanu Reeves.
Poco después el rompecabezas da un giro inesperado. Resulta que hay otro tipo en una furgoneta que se dedica a hacer lo mismo. Es decir, hay otra persona en el planeta que se dedica a coleccionar todas las cintas en VHS de Speed.
El tipo se llama Ryan Beitz, es de Washington y en su página de Facebook “The World Speed Project” dice estar coleccionando las cintas desde el año 2007. De hecho, en la red social pide ayuda para recoger todas las cintas de Speed “que existen en la Tierra”.
No puede ser casualidad, ¿será la furgoneta parte de un ambicioso proyecto de Beitz? El medio DnaInfo se pone en contacto con el hombre que amaba las cintas en VHS de Speed y les dice que no. Beitz les envía información de su “proyecto de vida”. Él es el presidente de World Speed Project, una web para conseguir todas las cintas que existen de Speed, pero aquella minivan negra no era suya. Según le explicó al medio, él lo hace por una serie de motivaciones sociopolíticas:
Mi proyecto es una obra. Trato de argumentar que la recopilación de objetos inútiles sin objetivo en general tiene el potencial de socavar la exigencia que todos los capitalistas nos plantean de participar en actividades que producen algo de valor. Así, al involucrarnos en algo inútil, socavamos la lógica del propósito, lo que el Capitalismo define estrechamente como algo útil en el contexto de los mercados financieros.
Entonces, ¿qué buscaba la banda de la minivan negra con la segunda colección? ¿Se trata de un duelo por recopilar más cintas en VHS de Speed?
Tampoco. La banda acabó contando la historia. Durante una gira hacía dos años conocieron a Beitz y este les contó “su proyecto”. A la banda le pareció tan sorprendente la historia del tipo que se pasó el resto de la gira comprando y preguntando por copias de la película con la intención de enviárselas a Beitz en el futuro, quién cuenta actualmente con más de 500 guardadas entre su casa y la furgoneta.
Así que si te encuentras con una furgoneta o una minivan en Estados Unidos repleta de cintas de VHS de Speed, tranquilos, es todo un plan para salvar al amigo Beitz, quien como bien dice “al involucrarnos en algo inútil, socavamos la lógica del propósito”. [Mashable, DNAInfo, Vice]