
Uno cabría esperar que no hubo muchos Tyrannosaurus rex caminando por ahí en su día. Al fin y al cabo en Parque Jurásico solo había uno, ¿no?. Sin embargo, el cine no es buena vara de medir de la realidad, y la realidad es que hubo miles de millones de T-Rex devorando a sus contemporáneos durante millones de años.
Concretamente hubo alrededor de 2.500 millones de estos magníficos terópodos de entre 6 y 8 toneladas, y 13 metros de longitud. Eso es, al menos, lo que se desprende de un nuevo estudio publicado en la revista Science. Su autor, el paleontólogo de la Universidad de California - Berkeley Charles Marshall se hizo la pregunta completamente en serio. Según sus cálculos 2,500 millones fue el número total de T-Rex adultos que pisó la tierra hace alrededor de 68 millones de años, en el período final del Cretácico. La población media durante ese período fue mucho menor. Marshall calcula que en la Tierra convivieron simultáneamente unos 20.000 de estos dinosaurios durante 127.000 generaciones.
¿Cómo ha hecho Marshall para llegar hasta esa cifra? La respuesta está en una ley de ecología poblacional que se sigue usando hoy en día para calcular con mucha precisión la densidad de población de diferentes especies: la ley de Damuth. Esta ley establece que la densidad promedio de una población de animales desciende a medida que el tamaño corporal de esos animales aumenta. Dicho de otro modo, cuanto más grande es el animal, más raro es en el ecosistema. Es algo que podemos imaginar muy fácilmente si comparamos la cantidad de elefantes que puede haber en el mundo con la de hormigas.

La ley de Damuth se expresa mediante una ecuación, pero por sí sola no es suficiente como para calcular con exactitud una densidad de población. Hacen falta más datos como su dieta (si es carnívoro o herbívoro), si es un animal de sangre fría o caliente, o los climas en los que vivían y aquellos en los que no. Por fortuna conocemos todos estos datos sobre el T-Rex, y Marshall los ha combinado para averiguar su población total aproximada como especie hasta su extinción. Esos mismos cálculos se realizan con especies modernas y así sabemos que el carnívoro más grande que pisa hoy la Tierra (el oso polar) tiene una densidad de población de solo el doble que la del T-Rex. Los tigres son 6 veces más comunes, y los leones 14 veces.
Todo esto está muy bien, pero ¿Para qué demonios querría alguien calcular la densidad de población de los Tyrannosaurus rex? La respuesta es interesante. Saber la población total de estos dinosaurios extintos permite usar ese dato para extrapolar las zonas en las que tuvieron que ser más comunes, y así localizar más y mejores yacimientos para estudiarlos. Ningún dato es inútil. Solo hay que buscarle el contexto adecuado. [Science vía IFL Science]