Un grupo de investigadores han observado un comportamiento único entre los delfines nariz de botella que habitan al norte del Mar Rojo, justo frente a las costas de Egipto: los animales frotan sus cuerpos contra ciertas especies de coral con fines medicinales, como aseguran los biólogos que los han estudiado.
Este proceso, llamado zoofarmacognosia (automedicación en animales), no se había visto nunca antes en cetáceos, aunque otras especies han exhibido comportamientos similares. En un artículo reciente, un equipo de químicos y biólogos analizó la población de delfines nariz de botella (Tursiops aduncus) del Mar Rojo y su propensión a frotarse contra los corales.
Este equipo de investigadores también explicó la química de los corales y los detalles de cómo los delfines interactúan con ellos. Su trabajo se ha publicado hoy en iScience.
“Los delfines parecen estar frotándose selectivamente ciertas partes del cuerpo con algunos corales concretos”, nos contaba Angela Ziltener, bióloga de la Universidad de Zúrich, por correo electrónico. “Parecen ser muy conscientes de los que están eligiendo. No se ha observado este comportamiento en los delfines de menos de un año, pero ellos se dedican a observar cómo los adultos se frotan”.
El equipo de Ziltener observó a los delfines del Mar Rojo en numerosas ocasiones y filmó a los animales frotándose contra los corales. Ziltener dijo que parecía que los delfines elegían sobre qué corales en concreto se frotaban y cuándo. Los animales frotaban su cuerpo sobre el coral gorgonia (Rumphella aggregata), pero sobre todo usaban los corales blandos y esponjas para frotarse la parte de la cabeza, el vientre y las aletas de la cola. Eso sí, los delfines evitaban esos corales si crecían cerca de especies irritantes como el coral de fuego, que es venenoso.
El equipo sospecha que los delfines se benefician de las sustancias químicas que liberan los corales para protegerse de las infecciones microbianas. Al frotar su piel sobre los corales, los delfines hacían que los pólipos del coral liberasen mucosas, unas mucosas de las que los investigadores tomaron muestras y que posteriormente examinaron en el laboratorio. Usando una técnica de espectrometría de masas, encontraron que contenían compuestos bioactivos, algunos de los cuales tenían propiedades antibacterianas.
“El frotamiento repetido permite que los metabolitos activos entren en contacto con la piel de los delfines”, dijo la coautora del artículo Gertrud Morlock, química de la Universidad Justus Liebig de Giessen, Alemania. “Estos metabolitos podrían ayudarlos a lograr la homeostasis en la piel y ser útiles para la profilaxis o el tratamiento auxiliar contra infecciones microbianas”.

Los investigadores incluso observaron a los delfines esperando su turno y haciendo cola para frotarse con algunos de los corales.
Debido a que la región del Mar Rojo en la que nadan los delfines está muy transitada por turistas, los investigadores han creado el grupo Dolphin Watch Alliance para concienciar a la gente de la necesidad de proteger a estas criaturas. Durante parte de la pandemia de covid-19, la disminución del turismo permitió que los investigadores pudieron estudiar a estos mamíferos con mucho más detalle.
Todavía queda mucho por entender sobre la relación entre los delfines y estos corales. Si bien parece que los mamíferos usan a los corales con fines medicinales, los investigadores no están seguros de qué consecuencias sobre la salud de los delfines tendrían si éstos desapareciesen. Es probable que futuras observaciones revelen más sobre esta curiosa relación.