
En el mundo animal, la capacidad de algunos seres vivos para soltar algunas de sus extremidades tiene nombre: autonomía o autoamputación. Esa capacidad la tienen, entre otros, los lagartos, y ahora la ciencia ha encontrado el “truco de magia” detrás de esta capacidad.
Se sabía que una de las mejores tácticas de los lagartos para huir de los depredadores era “soltar” la cola con la que distraer y desaparecer lo más rápido posible de la zona de peligro. Sin embargo, poco se sabía del proceso detrás de esta increíble capacidad.

Esto es precisamente lo que han estudiado un grupo de científicos con el investigador Animangsu Ghatak a la cabeza, un trabajo que se ha publicado recientemente en la revista Science.
A través de microscopía, los investigadores echaron un vistazo más de cerca a las superficies de las colas rotas a lo largo del “plano de fractura”. Descubrieron que donde cada músculo se rompe, hay una capa densamente empaquetada de micropilares en forma de hongo rematados con una salpicadura de nanoporos. Según los investigadores:
A través de programas de emulación, descubrimos que los micropilares de hongos inteligentemente evolucionados eran muy adhesivos bajo tensión. Sin embargo, todo eso podría cambiar con un ligero giro.
¿Cómo? Después de filmar la rotura de una cola con una cámara de alta velocidad y ralentizar el metraje, se dieron cuenta de que la flexión de la cola juega un papel crucial en el inicio de la caída de la cola. A medida que esta se dobla, primero aparece una grieta en el lado doblado, y después la cola se separa rápidamente.

El hallazgo de los investigadores puede ser muy importante, ya que comprender un mecanismo de liberación rápida tan fuerte podría tener aplicaciones relacionadas con la adhesión, como mejorar los injertos de piel y la cicatrización de heridas, o en otros campos como la robótica y la bioimpresión 3D. Según Ghatak:
La autotomía demuestra ser una herramienta de supervivencia exitosa en el mundo natural, y su prevalencia tanto en plantas como en animales da confianza de que puede ser útil para aplicaciones científicas y de ingeniería. Particularmente en robótica, tecnología sigilosa y prótesis, y para la operación segura de muchas instalaciones críticas, un enlace optimizado similar al que se encuentra actualmente en la cola de lagarto puede contribuir en gran medida a proteger un componente o dispositivo costoso de un accidente o percance imprevisto.
Quién sabe, quizás en un futuro podríamos adherir un tipo de apéndice a nuestro cuerpo que podamos separar a nuestro gusto. [Science via IFLScience]