Como se suele decir, el futuro era esto, y probablemente daría para un capítulo de Black Mirror. La semana pasada la policía arrestó a Raffaela Spone, residente de Chalfont, Pensilvania. Su delito: usar deepfakes en un intento por expulsar al equipo rival de animadoras de su hija, las Victory Vipers.
Al parecer Spone envió a los entrenadores fotos y videos de las adolescentes alteradas por IA para retratarlas bebiendo, fumando o incluso desnudas. La policía empezó a sospechar en julio del año pasado cuando obtuvieron varias denuncias de adolescentes que habían recibido mensajes de un número anónimo.
Los oficiales vincularon los mensajes a Spone rastreando los números y luego identificándolos con una dirección IP utilizada en la casa de la mujer. Una búsqueda en el teléfono de la madre encontró evidencias que la vinculaban a los números.
Un caso que por insólito abre un nuevo precedente. La mujer ahora se enfrenta a cargos por delitos menores de acoso cibernético y delitos relacionados, aunque la policía no ha tomado medidas contra la hija ya que no hay evidencia de que estuviera al tanto de las acciones de su madre.
Esta es una de las razones por las que redes sociales como Facebook, TikTok o Twitter ya han prohibido los deepfakes, ya que muchas herramientas facilitan de tal forma su uso que no hace falta ser ningún experto para crear imágenes de apariencia plausible. [Engadget]