Apple, como cualquier hijo de vecino, quiere pagar menos impuestos. Solo en el condado de Santa Clara, donde está su sede central, la empresa que nos trajo el iPhone y la red social Ping tiene abiertas 489 apelaciones contra la oficina del asesor, el órgano que determina el valor de todas las propiedades imponibles.
Apple, huelga decir, es el mayor contribuyente de Santa Clara, pero sus tácticas para reducir la carga impositiva pueden ser una piedra en el zapato del gobierno local. En 2015, por ejemplo, el asesor del condado tasó un “conjunto de propiedades” del Apple Park y alrededores en mil millones de dólares. Según el San Francisco Chronicle, Apple respondió alegando que esas propiedades valen en realidad 200 dólares. Sí, tan solo 200 dólares.
Y no es un caso único. En otra apelación, Apple valoró en 200 dólares una propiedad que el asesor había tasado en 384 millones.
Con 489 casos así abiertos desde 2004, Apple es, además del mayor pagador, el mayor recurridor de evaluaciones impositivas del condado. En 2017 pagó a Santa Clara 56 millones de dólares en impuestos, pero al mismo tiempo le está disputando 8500 millones en valor de la propiedad.
Apple vale un billón de dólares en bolsa y tiene recursos suficientes para ganar el pulso al gobierno a base de abogados y testigos expertos (o al menos para llegar a un acuerdo intermedio). El resultado de este tira y afloja podría tener un gran impacto en las cuentas de la compañía.