
Supongo que a la mayoría de nosotros, si nos encerraran en un cuarto con una sola serpiente venenosa, sentiríamos pánico. En 1986, Neelim Kumar Khaire, un recepcionista de 28 años de un hotel de cinco estrellas en Pune, India, se metió en una habitación con 72 serpientes para demostrar que en realidad son amigables si nadie las provoca.
Lo qué llevó a Khaire a semejante peligro fue su pasión por los reptiles. De hecho, antes de ser recepcionista en el hotel, el hombre había trabajado en una casa de vacaciones cerca de Bombay donde estuvo expuesto a una variedad de serpientes. Como administrador de la vivienda, era su responsabilidad ocuparse de ellas. Según explicó en su momento a India Today:
Los reptiles eran visitantes frecuentes en mi casa de Matheran. Odiaba matar criaturas tan hermosas, la mayoría de ellas eran inofensivas. Así que comencé a capturarlos y liberarlas en las colinas de Sahyadri. Una vez atrapé una serpiente y la llevé al Instituto Haffkin en Bombay . Me dijeron que era venenosa y demasiado arriesgado para llevarla de esta manera. El incidente aumentó mi coraje y así comenzó mi obsesión con las serpientes.
Quizás fue una exageración, pero Khaire se jactaba en aquella época de haber capturado 25.000 serpientes y haber recibido tan solo 6.000 mordeduras. Estableció un pequeño parque de serpientes en su patio trasero, e hizo planes para construir uno realmente grande con un centro de investigación.
Pensó que para recaudar dinero y lograr tal fin, lo mejor que podría hacer era establecer un nuevo récord Guinness desafiando el récord establecido por el sudafricano Peter Snyemaris un año antes.

Snyemaris había pasado 50 horas con 18 serpientes venenosas y seis semi-venenosas en Johannesburgo, Sudáfrica, pero Neelam creía que un indio merecía dicho récord, ya que India era conocida como la tierra de las serpientes. A pesar de la oposición de las autoridades locales, quienes en un principio no lo tomaron en serio, el 20 de enero de 1986, Khaire entró en un recinto acristalado con 72 serpientes venenosas.
Aunque Guinness le había escrito a Khaire detallando el conjunto de reglas para su intento, especificando claramente que su historial aún se consideraría válido incluso si pasaba media hora fuera del recinto acristalado todos los días, el hombre se negó a dejar su jaula durante las 72 horas.
¿Qué ocurrió? Que Neelam y las 72 serpientes (27 cobras, 24 víboras de Russell, nueve cobras binoceladas, ocho kraits con bandas y cuatro serpientes comunes) se llevaron perfectamente durante los tres días y tres noches en el habitáculo. El hombre tenía que levantarlas de vez en cuando con cuidado y dejarlas en el suelo, sobre todo cuando tenían demasiada curiosidad y comenzaban a trepar sobre él, pero nunca lo mordieron.
Al final de las 72 horas, Khaire había batido el anterior récord y había incluido su nombre en el Guinness de los Récords. Con la hazaña hizo realidad su plan de construir un parque de serpientes. Con la ayuda de la Corporación Municipal de Pune, creó el Parque de Serpientes Katraj, que más tarde se conoció como el Parque Zoológico Rajiv Gandhi.
Khaire ha continuado hasta hoy dedicando toda su vida a los animales. Ahora está tratando de inspirar a una nueva generación a respetar la naturaleza y el medio ambiente, y con ese fin fundó la Escuela de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Extensión de Uttara. [IFLScience, India Today, Vintag]