Para llegar a esta solución, el trío desarrolló un sistema matemático que analiza y puntúa las desviaciones de cada tipo de proyección existente. El resultado es ciertamente interesante porque muestra hasta qué punto nuestros mapas están distorsionados. Algunos, como los que usan las proyecciones cónicas Lambert, priorizan la forma de los continentes, otros como los que se basan en las proyecciones Mollweide tratan de preservar al máximo la línea del ecuador, resultando en serias alteraciones de las dimensiones de los continentes.

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Hasta ahora, el método más preciso a la hora de minimizar las desviaciones es el Triple Winkel, que es precisamente el que usa National Geographic en sus mapas. El problema de esa técnica es que introduce un corte en el Océanos Pacífico entre Japón y California que hace que esa masa de agua parezca muco más ancha de lo que en realidad es.

El mapa de Gott, Vanderbrei, y Goldberg no es perfecto. Las zonas cercanas al borde de la moneda son 1,57 veces más grandes que las del centro. Con todo, es el mapa plano más preciso que hay, así sea raro utilizarlo. [Arxiv vía Science Alert]