Dos de las personas más ricas del mundo están decididas a resolver sus diferencias a puñetazos. La duda sigue siendo cuándo. Mark Zuckerberg dijo estar listo para pelear con Elon Musk y propuso el 26 de agosto. Musk dice ahora que una operación de cervicales podría obligarlo a posponer la pelea.
“La fecha exacta [de la pelea] todavía puede cambiar”, escribió Musk. “Mañana me haré una resonancia magnética del cuello y la parte superior de la espalda. Podría requerir cirugía antes de que tenga lugar la pelea. Lo sabré esta semana”.
Aunque algunos usuarios lo acusaron de “quererse escaquear de la pelea con Zuckerberg”, es cierto que Musk arrastra problemas de cervicales desde hace años. En una entrevista con Tim Dodd en 2020, Musk reveló que tenía una prótesis tipo Mobi-C en las vértebras C5 y C6, y que la primera cirugía no había logrado eliminar los espolones óseos pegados a su médula espinal. Sin embargo, una segunda cirugía había sido exitosa. Que se sepa, esta sería la tercera.
Sea como sea, cada participante de esta lucha de egos tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Elon Musk mide 1,90 y pesa más de 130 kilos, mientras que Zuckerberg mide 1,70 y pesa unos 70 kilos. En cambio, Musk apenas ha empezado a entrenarse levantando pesas de 20 kg “en el trabajo” y practicando artes marciales mixtas con amigos, mientras que Zuck es adicto al deporte, entrena con profesionales de la UFC y ha ganado un campeonato de jiu jitsu.
Por ahora, los golpes son verbales. Mientras que Musk acusa a Zuckerberg de copión y le propone “medirse literalmente las pollas”, Zuck ha aprovechado su espacio en Threads, el nuevo “Twitter de Instagram”, para lanzar indirectas contra Musk, como “¿no deberíamos usar una plataforma más fiable [que X para retransmitir la pelea]?” y “funding secured”, en referencia al tuit de Musk sobre privatizar Tesla que costó a la compañía una multa de 20 millones de dólares y, al empresario, su título de presidente de la junta de accionistas.