La imagen que vemos arriba se produjo el 8 de diciembre de 1980. Es la última conocida del artista: Lennon saliendo del edificio de apartamentos Dakota donde vivía y firmando un autógrafo. Se tomó horas antes de morir a manos del tipo al que está atendiendo en la instantánea.
Ese 8 de diciembre de 1980, una serie de hasta cinco disparos acabaron con la vida de uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos.
Lennon, entonces con 40 años, llevaba meses viviendo bajo cierto anonimato en Nueva York. De hecho, acababa de regresar después de cinco años fuera del estudio con su nuevo álbum conjunto con su mujer, Double Fantasy.
Aquella mañana John y Yoko se levantaron temprano. Tenían por delante un día repleto en la agenda que incluía una sesión de fotos y una entrevista de radio. Mientras tanto, no muy lejos de ahí, en el Sheraton Centre Hotel en la 7ª avenida, Mark David Chapman también se estaba preparando. El que fuera guardia de seguridad había volado a la ciudad dos días antes con la intención de matar a John Lennon.
De hecho, las 48 horas anteriores las dedicó a vigilar y repasar las inmediaciones del edificio Dakota.
Habían pasado unos minutos de las 9 de la mañana cuando ambos abandonan el Dakota para desayunar y hacer unos recados. Dos horas más tarde regresan para recibir a la fotógrafa Annie Leibovitz. Curiosamente, el día de la muerte del músico iba a tener lugar una de las fotografías más icónicas de la cultura pop.
John le comenta a Leibovitz que tiene una idea para la sesión de fotos de la revista Rolling Stone que iban a realizar: quiere ser fotografiado desnudo, aferrándose a Yoko vestida. Leibovitz no tiene problema con ello, más bien lo contrario, y las fotos se toman. La imagen resultante de arriba iba a ser una de las portadas más famosas de la Rolling Stone.
Unas dos horas después de comenzar la sesión aparece en el Dakota el productor de radio Dave Sholin. Al igual que con Leibovitz y su sesión, la entrevista con Sholin iba a ser tristemente famosa por ser la última. En uno de los cortes de las algo más de tres horas que duró la entrevista Lennon dice lo siguiente:
Vivimos y morimos. Creo que mi trabajo no se terminará hasta que esté muerto y enterrado, y espero que eso sea por mucho tiempo.
Para las 17:00, entre los curiosos que se encontraban en las inmediaciones del Dakota estaba Mark Chapman. El guardia de seguridad veía a Lennon como un “impostor”, un activista de izquierdas con un estilo de vida millonario.
Chapman llevaba pantalones verdes, una camisa y un suéter, y un abrigo largo verde, junto a un sombrero de piel, guantes y una bufanda verde. También llevaba un revólver Charter Arms .38 oculto en el bolsillo interior de su abrigo. Sobre esa hora Lennon y Ono dejaron el complejo para acudir a una sesión de grabación en Record Plant Studios.
Mientras caminaban hacia la limusina, Chapman se acercó a Lennon y le pidió que firmara una copia de su álbum, Double Fantasy. Entonces se produce la última fotografía a Lennon con la que abrimos. La toma el fotógrafo Paul Goresh mientras el cantante está firmando el álbum de Chapman. Posteriormente, Chapman diría que:
En ese momento, gran parte de mí ganó y yo quería volver a mi hotel, pero no pude. Esperé hasta que regresara. Él sabía a dónde iban los patos en invierno, y yo necesitaba saber esto (una referencia al libro The Catcher in the Rye que estaba leyendo).
Cuatro horas y media después, poco antes de las 23:00, la limusina de Lennon regresó al Dakota. Lennon y Ono salieron, pasaron junto a Chapman y caminaron hacia la entrada de arco del edificio. Desde la calle detrás de ellos, Chapman disparó cinco tiros, cuatro de los cuales impactaron sobre Lennon, quién fallece en el acto. [The Guardian, Wikipedia]