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Los incendios en Maui han sido tan intensos que están afectando a los arrecifes de coral

Los sedimentos esparcidos por el fuego amenazan con destrozar el frágil ecosistema submarino

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Barcos quemados flotando a la deriva en las costas de Maui tras los recientes incendios.
Barcos quemados flotando a la deriva en las costas de Maui tras los recientes incendios.
Foto: Rick Bowmer (AP)

Leer artículo original en inglés.

Los incendios que han devastado los bosques de la isla de Maui han sido tan intensos que ahora amenazan con sembrar el caos en un lugar donde normalmente uno no piensa que el fuego pueda provocar daños: bajo el agua. Los científicos temen que las consecuencias de los incendios sean devastadoras para el frágil ecosistema submarino de la isla.

El problema, por supuesto, no es el fuego en sí, sino la ceniza que deja a su paso. Tras un incendio, el suelo privado de vegetación suele perder grandes cantidades de sedimento en cuanto llueve. Las lluvias terminarán por arrastrar todo ese sedimento mezclado con cenizas y resíduos tóxicos provenientes de las casas y edificios quemados hasta el mar.

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En declaraciones ofrecidas a The Guardian, un portavoz del Servicio Oceánico Nacional explica que, una vez en el océano, el exceso de sedimento puede incrementar la acidez del agua y provocar infestaciones de microalgas que se pegan al coral, llegando a matarlo.

“Definitivamente va a dañar los corales” advierte Luiz Rocha, ictiólogo en la Academia de Ciencias de California. “Los corales necesitan de aguas limpias para sobrevivir”.

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Los sedimentos no son el único problema. Los incendios han sido tan extensos que han llegado a quemar barcos anclados en puerto. En localidades como Lahaina, los barcos incendiados, en su mayoría pesqueros, han provocado derrames de carburante en el mar. Los especialistas también temen que los productos químicos tóxicos que se almacenaban en muchos edificios afectados por el fuego puedan llegar a filtrarse hasta el mar.

“No sabemos qué había en esas casas, y muchas veces, cuando las cosas se queman y se mezclan, pueden formar otras cosas que pueden ser peligrosas”, dijo el teniente del equipo del Pacífico de la Guardia Costera de EE. UU., Trent Brown.

Como medida preventiva, se han instalado barreras flotantes en las salidas de los drenajes de tormenta para impedir que las lluvias inunden de sedimentos y contaminantes el agua. Los incendios de estas últimas semanas no son para nada la única amenaza al frágil ecosistema coralino. Las altas temperaturas de los últimos años ya están provocando blanqueamiento del coral en varias zonas. Los corales blanqueados pierden las algas que les dan su color y quedan debilitados ante otras enfermedades. Normalmente no se recuperan.