
En España ha aparecido una Atlántida moderna, y es un signo particularmente deprimente del cambio climático.
En 1992, la antigua aldea española de Aceredo, ubicada en la región de Galicia en la frontera con Portugal, se inundó para crear el embalse de Alto Lindoso. No es raro que el embalse, que alberga una planta hidroeléctrica de 630 megavatios, caiga a niveles lo suficientemente bajos como para que se vean algunos tejados y árboles del pueblo.
Pero este invierno, durante una estación normalmente húmeda, el embalse tiene solo el 15 % de su capacidad, lo que hace que los niveles de agua sean tan bajos que todo el pueblo abandonado quede expuesta, algo que nunca antes había sucedido. Turistas y lugareños han podido pasear por lo que queda de Aceredo.