Los perros son perros y tienen que ladrar porque es su manera de comunicarse, pero eso no quiere decir que tengan que hacerlo continuamente y ante el menor estímulo. Este vídeo ofrece algunos trucos interesantes para hacer que tu perro no ladre por todo.
El vídeo es obra de Howdini y los consejos vienen de Adrena Willhelm, una entrenadora canina de la Fundación Canine Companions for Independence. Este es un resumen de lo que se dice en el vídeo
Enseñar a ladrar y luego a callar
Aunque vaya en contra de la lógica, lo primero que hay que hacer es enseñar al perro a comunicarse premiándolo cuando ladre. Para ello hay que repetirle una orden (siempre la misma) y quizá estimularlo con un ruido que sepamos que lo hace ladrar. Después de que lo haga dos o tres veces lo interrumpimos y le damos un premio. Así hasta lograr que ladre con la palabra de mando.
Lo siguiente es enseñarle a no ladrar. El proceso es similar, pero con otra palabra de mando clara y ofreciendo un premio. Esto es último es útil porque los perros no pueden ladrar y olisquear al mismo tiempo.
Premiar el silencio
Si el perro ladra cuando pasa otro perro, o cuando ve un coche, el proceso para que deje de hacerlo consiste en ponerle en esa situación y premiarle (acariciándole o dándole una galleta de perro) cuando guarde silencio. Con el tiempo, nuestro amigo acabará asociando la recompensa positiva al silencio.
Ignorar los ladridos
Del mismo modo que se premia el silencio, hay que castigar el ladrido, y la mejor manera de hacerlo es no hacerle caso cuando ladre. Ignorando su presencia cuando ladre y dándonos la vuelta (o reprendiéndole suavemente dando, por ejemplo, una palmada delante suyo) lograremos que vaya abandonando el mal comportamiento.
Ser consistente y tener paciencia
La clave de todo es ser siempre consistente en nuestros premios y “castigos” y tener mucha paciencia. Los perros tardan un tiempo en aprender, pero el esfuerzo merece la pena. [vía Howdini]