
Hace dos años hablamos de unas imágenes inéditas donde se mostraba a una tribu amazónica que jamás había tenido contacto con el mundo exterior. Los medios reflejaron que las instantáneas mostraban hasta qué punto la deforestación amenaza la vida de estas tribus. Hoy la noticia es que el denominado como Man of the hole, el último de una tribu, ha fallecido.
Se sabía que durante las últimas décadas el hombre, que se encontraba en la selva amazónica, se escondía en pozos y evitaba (o atacaba con flechas) a cualquiera que intentara contactarlo. Aparentemente, fue el último de su tribu que sobrevivió a la invasión de forasteros no indígenas.
Ahora, y según ha explicado Sarah Shenker, activista de Survival International, el movimiento global por los pueblos indígenas:
Habiendo soportado masacres atroces e invasiones de tierras, rechazar el contacto con forasteros era su mejor oportunidad de supervivencia. Él fue el último de su tribu, entonces esa es una tribu más extinguida, no desaparecida, como dicen algunos, es un proceso mucho más activo y genocida que desaparecer.
Según ha contado la fundación indígena brasileña sin fines de lucro Funai, se piensa que en algún momento de la década de 1980, los ganaderos ilegales, después de dejar ofrendas iniciales de azúcar, le dieron a la tribu veneno para ratas que mató a todos menos al “Man of the hole”.
Esta misma fundación vigilaba a distancia el estado de salud del hombre y finalmente encontró su cuerpo tendido en una hamaca en estado de descomposición. “Debido a que había colocado plumas de colores brillantes alrededor de su cuerpo, creemos que el hombre se había preparado para la muerte. Tenía unos 60 años[…]”, cuentan.
Según el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas Aislados y de Reciente Contacto (OPI), tras enterarse de la muerte del hombre:
Por haber resistido resueltamente cualquier intento de contacto, murió sin revelar a qué etnia pertenecía, ni las motivaciones de los hoyos que cavó dentro de su casa.
Cuentan en Funai que aunque es demasiado tarde para este hombre y su gente, lo que viene a continuación podría resultar crucial para otras poblaciones de las Primeras Naciones, particularmente en Brasil. “Los propietarios de los ranchos ganaderos que rodean el Territorio, incluidos los responsables de la matanza de la gente del Hombre, probablemente argumentarán que su muerte hace que su tierra esté disponible para la explotación económica. Sin embargo, esto enviaría un mensaje desastroso a los intereses comerciales en otros lugares sobre las consecuencias de nuevas masacres”, zanjan. [IFLScience]