
El próximo móvil de Oppo tendrá una pantalla con una curva tan pronunciada que literalmente no deja espacio para botones físicos. Si es una buena o mala idea es algo que aún está por ver, pero es oficial. Se llama Waterfall Screen y estará disponible en un modelo aún sin determinar el año que viene.
Las primeras imágenes del teléfono las ha publicado el vicepresidente de la compañía en su página personal de la red Weibo, en China. Las fotos no muestran la parte posterior del móvil, solo la pantalla desde diferentes ángulos y desde luego es llamativa. Su curvatura de 88 grados hace que el terminal se acerque mucho al 100% de ratio entre móvil y pantalla. En otras palabras, su cara frontal es todo pantalla, con apenas unos márgenes mínimos en la parte inferior y superior.



El diseño no aclara cómo funcionará exactamente esta pantalla ni cómo hará Oppo para impedir que activemos alguna opción de manera involuntaria al sujetar el teléfono. La opción más probable es que el fabricante integre algún tipo de sistema que reconozca determinados patrones de pulsaciones, pero es una apuesta arriesgada teniendo en cuenta que los laterales son la zona en la que todos los terminales suelen llevar los controles de encendido y de volumen como poco.
La falta de margen en la parte superior sugiere que Oppo volverá a apostar por un mecanismo abatible para la cámara frontal y un sensor de huellas bajo la pantalla como los del Oppo Reno 10X Zoom. De momento las imágenes pertenecen a un prototipo aún no revelado que veremos en algún momento de 2020. [Weibo vía GSMArena]