El nuevo puente “516 Arouca” de Portugal cuenta con 516 metros de largo y 175 metros de alto, lo que lo convierte en el puente peatonal suspendido más largo del mundo. Una espectacular arquitectura construida a base de rejillas metálicas para que sientas que caminas sobre el aire.
Tal y como se ha explicado a los medios, se permite cruzar a hasta cien personas a la vez. Además, en la web habilitada para el puente ya avisan de lo que nos vamos a encontrar: “no es para los débiles de corazón”. Según el comunicado de las autoridades tras la inauguración:
El nuevo puente, en construcción desde mayo de 2018, está inspirado en los puentes incas que atravesaban los valles montañosos de los Andes.
El puente pasa a conectar las orillas del río Paiva, un destino bastante popular para practicar kayak y rafting. También está cerca de Paiva Walkways, un camino de madera que serpentea a través de 8 kilómetros de paisaje natural.
La estructura rompe el récord del puente colgante peatonal más largo que hasta ahora pertenecía al Puente de Randa, en los Alpes suizos, que ostentaba el récord desde 2017.
Por cierto, no confundir con el puente más largo del mundo, cuyo récord mantiene el Gran Puente Danyang-Kunshan en China con nada menos que 164 kilómetros en un recorrido entre Shanghai y Nanjing que lleva al ferrocarril de alta velocidad Beijing-Shanghai a través del delta del río Yangtze. [BBC]