Puede que Corea del Norte tenga smartphones, tablets, su propia versión de Netflix e incluso acceso a internet, pero contactar al régimen de Kim–Jong Un de manera oficial por motivos diplomáticos puede ser extremadamente difícil. Australia, para lograrlo, se ve obligada a enviarles faxes.
Esta semana el régimen norcoreano publicó una carta abierta al gobierno australiano a través de su embajada en Indonesia. En la carta mencionaban el respeto que le tienen a la nación de Oceaníay su gobierno, mientras criticaban al presidente estadounidense, Donald Trump, llamándolo “una amenaza a la paz mundial”.
La carta llegó al Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyos oficiales creen que se trate de un intento en persuadir al gobierno australiano de cambiar sus políticas de sanciones por unas menos estrictas. Según Graham Fletcher, de dicho ministerio:
“No solemos recibir cartas como esta, la cual refleja el nivel de presión que está recibiendo Corea del Norte. Presumo que están intentando hacernos cambiar de opinión acerca de las sanciones”.
Sin embargo, quizás lo más interesante de las declaraciones de los oficiales es que han revelado la forma en la que se comunican con el régimen de Corea del Norte. “Nos vemos obligados a usar métodos arcaicos”, aseguran oficiales australianos. “Solemos enviar faxes mensuales, y a veces cartas escritas por correo”, intentando comunicarse con el Líder Supremo y su séquito.
Corea del Norte cuenta con su propia intranet nacional, pero según un estudio, los ciudadanos más privilegiados tienen acceso al internet mundial y disfrutan de pasearse por Facebook, leer el New York Times y jugar a videojuegos. Por otro lado, el régimen también contaría con hackers contratados para atacar e investigar naciones rivales.
Para comunicación oficial, en cambio, se ven limitados a faxes, cartas y posiblemente telegramas y señales de humo. [vía SBS / ABC News Australia]