Según relata en Twitter, Johnsen notó que los ventiladores de su MacBook se habían vuelto locos y que el procesador había empezado a funcionar al 120% de su capacidad. Tras el desconcierto inicial, Johnsen descubrió que macOS estaba intentando calcular la hora del anochecer para activar la función Night Shift.

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En el círculo polar ártico no hay, por estas fechas, puesta ni salida del sol, pero Night Shift no tenía programada esa posibilidad y había entrado en un bucle infinito al calcular la hora, lo que puso a tope los ventiladores del MacBook. Desactivar Night Shift calmó de inmediato al procesador y los ventiladores.

Además de contarlo en Twitter, Johnsen informó a Apple del problema, por lo que seguramente quede arreglado en próximas versiones del sistema. Mientras tanto, otros usuarios propusieron poner a prueba el fallo en la Estación Espacial Internacional o en un avión que viaja a 1600 kilómetros por hora por el ecuador.