
Un agujero se ha tragado parte del parking de un hospital italiano. En la foto no se aprecia del todo, pero el derrumbamiento tiene la friolera de 2.000 metros cuadrados y 20 de profundidad. Ocurría en Nápoles, y aunque no ha habido que lamentar víctimas, el derrumbe ha destrozado las líneas de agua y luz.
El incidente tenía lugar en el estacionamiento del Ospedale del Mare y ha obligado a cerrar una planta de recuperación de pacientes con covid-19 y a realojar a sus ocupantes. El corte de agua y luz ha obligado al hospital a funcionar con los servicios auxiliares de emergencia hasta que se restablezca el suministro.
De hecho, la crisis sanitaria producida por la covid-19 obligó al hospital a instalar centros se asistencia en barracones provisionales en el estacionamiento, pero se ha descartado que el peso de estos pequeños edificios haya tenido algo que ver con el colapso del suelo. Los agujeros de este tipo ocurren cuando el agua que se filtra en el suelo no tiene a donde ir y se acumula, disolviendo poco a poco el terreno hasta que el suelo sobre él colapsa y forma un agujero. En declaraciones vertidas a la cadena de televisión italiana SkyTG 24, el jefe del departamento de bomberos de Nápoles, Ennio Aquilino, ha explicado que el derrumbe se debe muy probablemente a las intensas lluvias que han azotado esta parte de Italia en los últimos días. El temporal de fuertes lluvias y vientos también ha dañado varias zonas en el puerto de la ciudad.
El incidente llama la atención de nuevo sobre el problema del cambio climático, que ha quedado en segundo plano por culpa de la pandemia pero que sigue ahí y puede hacer que el clima local en muchas partes del mundo se vea alterado para peor. Las fuertes lluvias han colapsado el suelo en Italia. La nieve ha provocado caídas de árboles en Madrid debido a la falta de poda. Con el clima cada vez peor el mantenimiento de las infraestructuras se convierte en una necesidad cada vez más acuciante.