
Un ágil piloto de Air France logró evitar un desastre mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto Charles De Gaulle de París el martes. El piloto perdió el control de la aeronave durante su aproximación final.
Las autoridades francesas están investigando qué causó que el vuelo AF011 abortara repentinamente su aterrizaje a 500 metros después de su vuelo de siete horas desde el aeropuerto JFK de Nueva York. AirLive publicó las grabaciones del aterrador incidente. Todo iba bien hasta unos 40 segundos después del intercambio entre la tripulación de vuelo y la torre de control, cuando se oyó un quejido del piloto y unas alarmas muy preocupantes.
Oír a un piloto gritar “¡stop!, ¡stop!” nunca es ideal, pero lo que es más aterrador era lo que no se decía. Puedes oír al piloto luchando con los mando y respirando con dificultad, como si hubiera necesitado un cambio de pantalones después de esto. Después, el piloto le dice al controlador de tráfico que el avión no estaba respondiendo a sus comandos. La tripulación de vuelo dio con algún tipo de solución y clavó su segundo intento de aterrizar sin más problemas.
Según los datos de la ruta de vuelo, parece que el vuelo AF011 hizo un giro brusco a la izquierda cuando se acercaba al aeropuerto Charles De Gaulle. El Bureau d’Enquêtes et d’Analyses pour la Sécurité de l’Aviation (BEA) de Francia está investigando el incidente.
CNN habló con uno de los pasajeros para averiguar cómo se vivió en la cabina:
Cuando el avión se acercaba al aeropuerto, hubo “dos o tres sacudidas repentinas”, dijo el pasajero Pierre-Loïc Jacquemin a la afiliada francesa de CNN, BFMTV.
“Había gente gritando en la cabina” en el momento del incidente, dijo.
“Después, el avión volvió a subir. Dimos vueltas durante 10 minutos sobre el aeropuerto, y el segundo intento fue muy suave. No nos sacudieron como en el primero”, agregó el pasajero.
Los aterrizajes son, con diferencia, los momentos más peligrosos de un vuelo. Las fases finales de descenso y aterrizaje representan solo el 4% del tiempo de vuelo, pero representan un increíble 49 por ciento de los accidentes fatales, dijeron expertos a Business Insider. Ciertamente parece más seguro volar un avión que pararlo.