
Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol estaba trabajando en un antiguo caso de antígenos de hace 30 años, cuando dieron con algo histórico para la medicina: un nuevo grupo sanguíneo conocido como sistema Er, uno que se espera que pueda ayudar a salvar vidas de los futuros recién nacidos.
El estudio explica que los tipos de sangre están determinados por la presencia o ausencia de antígenos específicos, y que el tipo principal que las personas conocen son A, B, O y AB (positivos y negativos). Sin embargo, los grupos sanguíneos son ligeramente diferentes. En realidad, el término ‘grupo sanguíneo’ se refiere a todo el sistema de grupos sanguíneos que comprende antígenos de glóbulos rojos cuya especificidad está controlada por una serie de genes.
Sobre esta base, existen 44 sistemas de grupos sanguíneos, y el último acaban de descubrirlos los científicos de la Universidad de Bristol. Tal y como cuentan, estaban investigando una colección bastante común de antígenos de glóbulos rojos llamada Er. A pesar de que se descubrió por primera vez hace casi 40 años, estos antígenos no encajaban en ningún sistema de grupo sanguíneo conocido.
En el trabajo, a las personas con aloanticuerpos (anticuerpos producidos específicamente después de la exposición a antígenos extraños de glóbulos rojos) para los antígenos Er se les analizaron las secuencias de ADN que codifican genes. De esta forma, encontraron cambios en el gen que codifica la proteína Piezo1 que causaría una proteína alterada en las superficies de los glóbulos rojos. Según el estudio:
Mediante el uso de la edición de genes en una línea celular, pudimos demostrar que la proteína Piezo1 era necesaria para la expresión del antígeno Er y establecer que Er era su propio sistema de grupo sanguíneo compuesto por antígenos Era, Erb y Er3 previamente reconocidos, más dos nuevos “antígenos Er de alta incidencia” llamados Er4 y Er5.
El descubrimiento es doblemente importante si tenemos en cuenta las características de los dos nuevos antígenos, Er4 y Er5, ya que están asociados con enfermedad hemolítica grave del feto y del recién nacido. De hecho, durante el estudio, dos mujeres embarazadas con aloanticuerpos contra los antígenos recién descubiertos abortaron. Dicho de otra forma, se abre una puerta a la posible prevención o desarrollo de pruebas para tipos de grupos sanguíneos raros, optimizando la atención para dichos pacientes.
Como explica el profesor de Biología Celular de la Universidad de Bristol, Ash Toye: “Este trabajo demuestra que incluso después de toda la investigación realizada hasta la fecha, el simple glóbulo rojo aún puede sorprendernos. Las piezoproteínas son proteínas mecanosensoriales que utiliza el glóbulo rojo para detectar cuándo se está exprimiendo. La proteína está presente en solo unos pocos cientos de copias en la membrana de cada célula. Este estudio realmente destaca la potencial antigenicidad incluso de las proteínas con una expresión muy baja. y su relevancia para la medicina transfusional”, zanja. [ScienceAlert]