
Puede que la polémica red de satélites Starlink puesta en órbita por Elon Musk no vaya a sustituir próximamente al GPS de tu móvil, pero puede usarse paar determinar la posición de dispositivos en Tierra. Eso es lo que acaba de demostrar un equipo de científicos completamente ajenos a SpaceX.
El descubrimiento corre a cargo de tres investigadores de las Universidades de California y Ohio: Zak Kassas, Joe Khalife y Mohammad Neinavaie. Para su experimento utilizaron una antena situada en el Campus de la UC Irvine con la que simplemente monitorizaron la posición de varios de los satélites LEO Starlink. Los investigadores subrayan que no es necesario interceptar las comunicaciones o los datos que se transfieren desde estos satélites. Tan solo hace falta saber su localización y trayectoria, una información que es pública para cualquier satélite en órbita baja.
Analizando esa información mediante algoritmos han podido triangular una posición en tierra con una precisión de unos ocho metros. El proceso no es precisamente rápido (calcular una posición ahora mismo lleva unos 13 minutos), pero funciona, y lo que es más importante, puede usarse sin tener que alterar para nada el funcionamiento o transmisiones de los satélites.
“Simplemente detectamos la señal y desarrollamos algoritmos para calcular nuestra posición, y lo cierto es que funciona con mucha precisión”, explica Zak Kassas. “Incluso a pesar de que la red Starlink no está diseñada con el propósito de dar servicio de navegación, hemos probado que es posible usar partes del sistema de manera tangencial para fines de navegación”, añade el investigador.
No es la primera vez que este equipo de científicos usa satélites en órbita baja para calcular la posición en tierra. De hecho ha colaborado con el ejército en un sistema que permite localizar aviones en el aire a gran altura con una precisión de cinco metros usando solo la señal de antenas de telefonía en tierra.
Los resultados de estudio acaban de publicarse en la revista IEEE Transactions on Aerospace and Electronic Systems. Aunque la tecnología no es enteramente nueva, el algoritmo creado por los investigadores sí que lo es, y supera uno de los problemas tradicionales de este tipo de navegación, que es no disponer de datos sobre la estructura de la red de satélites. Los científicos explican que el tamaño de la red Starlink y su enorme número de satélites abren nuevas oportunidades a la hora de usar esos satélites con fines de navegación como nunca se había hecho hasta ahora con otros ingenios en órbita. [IEEE Transactions on Aerospace and Electronic Systems vía Ars Technica]