
En una investigación llevada a cabo por un grupo de arqueólogos y publicada hace unas horas en PLoS ONE, los expertos han concluido que las víctimas de la erupción volcánica que condenó a la ciudad hace casi 2.000 años murieron por asfixia.
Para llegar a esta conclusión, el equipo estudió los restos de seis individuos de Pompeya a través de la fluorescencia de rayos X. Gracias a ello, determinaron la composición elemental de los huesos de las víctimas, así como el yeso utilizado para hacer moldes de las poses de muerte de las víctimas.
Tal y como ha contado a Gizmodo Gianni Gallello, un arqueólogo de la Universidad de Valencia y coautor del artículo:
Esto [podría] crear un protocolo que se llevaría a cabo en más moldes de Pompeya que se encontraron en diferentes áreas de Pompeya, pero también debería hacerse en restos alrededor del área del Vesubio, como en Herculano [Herculano].
Cuentan los investigadores que cuando el Vesubio entró en erupción, produjo flujos piroclásticos que enterraron la ciudad. Las personas que se habían refugiado del estallido inicial del volcán, una “lluvia infernal” de piedra pómez y ceniza, quedaron sepultadas bajo los pies de ceniza arrastrados por las corrientes sobrecalentadas. Para Llorenç Alapont, arqueólogo de la Universidad de Valencia y autor principal del estudio:
Cuando sus huesos sufrieron los efectos de las altas temperaturas provocadas por las ondas piroclásticas y las corrientes de magma, las víctimas ya habían muerto, probablemente por inhalación de gases tóxicos.
Lo que ocurrió después estuvo marcado por la ceniza, que una vez enfriada se endureció, y los cuerpos enterrados bajo sus capas se descompusieron, dejando solo los huesos de las víctimas. En cualquier caso, desde que se desarrolló una técnica para verter yeso en los huecos que quedaban en las cenizas endurecidas por las posiciones finales de los cuerpos a finales del siglo XIX, existe una gran controversia.
¿Qué mató realmente a los residentes de Pompeya cuando el Vesubio entró en erupción? Se podría pensar que los flujos piroclásticos supercalientes, pero en 2020 se afirmó haber encontrado tejido cerebral en una de las víctimas de Herculano que se había convertido en vidrio, aparentemente debido al calor de la erupción. ¿Quizás murieron aplastados por rocas gigantes?
El nuevo estudio viene a poner luz al “final” de las víctimas, reforzando la idea de que muchos residentes murieron por asfixia inducida por los flujos piroclásticos. El análisis de los seis moldes indica que en los datos elementales de los huesos enterrados el yeso vertido para hacer los moldes afectó los perfiles elementales de algunos de los huesos. Además, los moldes estudiados no están en la “pose pugilista” que muchos cuerpos adoptan cuando se los somete a un calor extremo. La postura, llamada así por la postura del boxeador, es el resultado de la deshidratación del cuerpo y la contracción de los músculos después de la exposición al calor.
Por tanto y según el equipo, aunque la mezcla de gas y cenizas no era extremadamente alta en la zona de las víctimas, no habría sido respirable durante más de unos minutos.