Los usuarios que participaron en el test A-B que puso en marcha YouTube, ya no podían subir la resolución de un vídeo a 2160p al mismo tiempo que se encontraban con que esta opción de calidad aparecía bloqueada con el mensaje “Premium: toca para suscribirte”.

A pesar de que YouTube tan solo había puesto en marcha un test temporal en un determinado grupo de usuarios, bastaba una breve visita por redes sociales para comprobar que esta nueva función no había sido bien recibida por la comunidad. Como ha desvelado 9to5Google, todo apunta a que el feeback que recibió YouTube de sus usuarios de prueba tampoco fue nada bueno.

Aparte del mensaje en su cuenta de Twitter —que por cierto era en respuesta a al comentario negativo de un usuario—, YouTube no ha compartido más información sobre los motivos que le han llevado a cancelar tan pronto el experimento, aunque no resulta difícil imaginarlos.

Actualmente, YouTube Premium cuesta 12 dólares al mes en Estados Unidos y 12 euros al mes en Europa. Es cierto que esta suscripción trae algunas ventajas interesantes, como reproducir vídeos sin anuncios, descargar vídeos para verlos sin conexión o escuchar música en streaming con YouTube Music Premium. Pero si Google quiere ganar adeptos para su servicio de suscripción, no parece que castigar a la gran mayoría de sus usuarios sea el camino para conseguirlo.