Por si no te has enterado, el iPhone 7 mantiene el diseño en aluminio de los últimos dos años. Pero introduce dos nuevos colores: “negro” y “negro brillante”. El primero conserva el acabado mate que habíamos visto en el iPhone 6s y el otro, también conocido como jet black, tiene un acabado superpulido.
Desde la vitrina, el negro brillante es precioso; casi parece que la pantalla se escapa de su marco y envuelve todo el teléfono. De hecho, así es como lo vende Apple: “El resultado es un negro tan puro y uniforme que es imposible distinguir dónde empieza el aluminio y dónde termina el vidrio”.
Pero ya se sabe, no todo lo que brilla es oro. El nuevo acabado del que tanto presume Apple es también un imán para las huellas y los arañazos:
Tan evidente es el asunto que la propia Apple ha tenido que poner una advertencia al pie de la página de producto del nuevo iPhone:
El acabado del iPhone 7 en negro brillante es el resultado de un cuidadoso proceso de anodizado y pulido en nueve pasos. Su superficie es igual de resistente que la de otros productos Apple anodizados, pero puede presentar leves microabrasiones con el uso. Si esto te preocupa, te recomendamos que elijas una de las muchas fundas disponibles para proteger tu iPhone.
Esto ya pasó con el iPhone 5 negro (de hecho cambiaron el negro por el gris con el salto al iPhone 5s, y no volvimos a tener un iPhone negro hasta hoy). Pero si no me equivoco es la primera vez que Apple advierte a sus usuarios del problema y les recomienda usar una funda como solución para proteger el iPhone contra los arañazos. Otra idea: no lo metas en el bolsillo de las llaves.