No es el primer jugador que se pasa el juego sin que le toquen, pero los anteriores como The Happy Hob lo hicieron ignorando al primer jefe del juego, el que sale nada más salir de la zona inicial y del que solo se puede escapar saltando al vacío para poder morir y entrar en el juego. Ainrun decidió incluirlo para hacer el reto aún mayor.

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“Personalmente creo que saltarse ese jefe es romper una secuencia por la que los desarrolladores querían que pasaras, así que opté por luchar”, continua el jugador. “Pasé mucho tiempo practicando y buscando huecos en sus defensas que pudiera aprovechar. El hecho de que todos los demás jugadores se saltaran el combate también me motivó. Una partida de desafío debe ser desafiante y tomar atajos no tiene sentido. Otros jugadores como YeetsMeMario también han incorporado a este enemigo en sus partidas.

Aun sin subir de nivel, la estrategia a la hora de construir su personaje es importante. Ainrun optó por la lanza cazadora de serpientes porque es rápida, hace mucho daño y apenas tiene requisitos. Una vez se hizo con ella de manos de Rykard, señor de la Blasfemia, la mejoró con la ceniza de guerra Llama de los Remane, que hace un montón de daño de postura. El objetivo de Ainrun es atontar a los jefes y después hacerles el máximo daño posible.

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Aunque es una estrategia buena en todo el juego en general, es crucial en el combate contra Rykard. En su forma de serpiente, su ataque de suelo es especialmente difícil de esquivar, así que Ainrun tenía que acabar con el jefe antes siquiera de que hiciera ese ataque una vez. Para ello recurrió a ataques de sueño que lo dejaban atontado durante unos dos segundos. “Ese combate es el más preciso que he tenido que hacer en todo el juego”, explica Ainrun. “Debía ejecutarlo a la perfección”.

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Gideon era otro de los combates más complicados por la cantidad de hechizos con daño de área que suelta. La mayor parte de jugadores evita ese combate con un truco, pero ese truco ha desaparecido con el último parche. Algunos jugadores lo atontan usando un rapier con mucho daño de sangrado, pero Ainrun recurrió a ataques giratorios que normalmente se usan en jugador contra jugador.

Por mucho que practiques, el desastre suele venir cuando menos te lo esperas en Elden Ring, y eso es especialmente cierto si lo que pretendes encima es que no te toquen. En una intentona anterior, Ainrun llegó hasta el último enemigo solo para que este lo cazara con un golpe durante el combate. “Pensaba que iba a hacer un ataque de anillos que normalmente implica adivinar donde va a aparecer y atacarle antes, pero en su lugar hizo llover agujas y una de ellas me acertó. Había que volver a empezar.”

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Mientras llega el DLC, el próximo proyecto de Ainrun es terminar el juego en las mismas condiciones (sin subir de nivel y sin recibir daño), pero eliminando en el camino a todos los jefes opcionales. Siempre hay nuevos retos por delante.