
Instagram por fin ha añadido la función de subir fotos o vídeos desde el navegador, lo que significa que ya no tienes por qué depender de la aplicación para subir contenido. Esto es todo lo que puedes (y no puedes) hacer usando el servicio web desde cualquier navegador en PC o en una tableta.
Una nota previa: usar Instagram desde la web no proporciona ninguna ventaja a la hora de consumir contenidos. En otras palabras, las publicaciones aparecen igual, ordenadas por el algoritmo de Instagram que combina lo que es más popular, lo que es más reciente, y la gente con la que has interactuado recientemente.

Por lo demás puedes hacer scroll horizontalmente en publicaciones con varias imágenes o vídeos, y también tienes los característicos iconos bajo cada foto para dar me gusta, comentar, o compartir. Bajo estos iconos puedes ver el número de me gusta que tiene la imagen y un adelanto de los comentarios (Solo tienes que abrir esta sección para poder comentar). La interfaz, en definitiva, es idéntica a la que puedes encontrar en la aplicación.
Sí que hay una diferencia. El familiar icono de los tres botones que permite reportar una publicación, dejar de seguir, etc, tiene una función adicional en la web, la de insertar. Permite copiar el código HTML necesario para insertar publicaciones en otras páginas web.

La interfaz web sigue también a su homónima en aplicación en lo que a historias se refiere, pero con un matiz. En la web son más fáciles de navegar porque funcionan con un carrusel que permite ver la siguiente historia que va a aparecer antes de que lo haga. Un menú flotante sobre los contenidos permite las interacciones habituales, pausar el flujo de vídeos, ajustar el volumen, etc.
Cómo publicar desde web
Para publicar algo solo tienes que pulsar el botón con el signo + en la esquina superior derecha y seleccionar cualquier foto o vídeo en el equipo desde que el que estés navegando, bien sea arrastrando las imágenes a la caja de la ventana que se abre o seleccionándolas desde el navegador.

Las diferencias llegan cuando entras en el menú de edición de las imágenes que quieras subir, que es mucho más limitado que en la aplicación. Se puede cortar la imagen y ajustar cosas como el contraste o la luminosidad, pero faltan algunos ajustes.
También faltan opciones como la de compartir la publicación en Facebook o la de ocultar los me gusta y las visitas de una publicación en particular. Tampoco se pueden subir historias desde la web. Las historias tienen su propio menú algo más complejo que el de las publicaciones normales, así que puede que sea simplemente que Instagram está trabajando en ello.

El resto de herramientas sí que están disponibles. Puedes explorar o hacer búsquedas, hacer clic en perfiles individuales o ver tu propio perfil con las publicaciones que has hecho y en las que te han etiquetado. Los ajustes también están casi todos con algunas ausencias. No se puede, por ejemplo, compartir a otras aplicaciones como Twitter o Tumblr. Tampoco hay manera de editar nuestras listas de amigos. Lo que sí se puede es activar notificaciones desde el icono del corazón.
Finalmente, se pueden ver los mensajes o escribir uno. Solo hay que pulsar el botón de enviar de la parte superior derecha en el menú principal y en la siguiente pantalla hacer clic en Mensaje en cualquier perfil de una cuenta a la que estés siguiendo. De nuevo, hay algunas limitaciones. En web no puedes enviar imágenes perecederas y no se puede enviar contenido complejo como vídeos de Boomerang o collages. Por concluir, la versión web es muy indicada para profesionales que normalmente ya tienen ajustada su imagen y solo necesitan subirla. Para lo demás, depende un poco del tipo de uso que hagas de la red social.