
La humilde casa de Joyce Byers y sus hijos Jonathan y Will, personajes ficticios de Stranger Things, se vendió la semana pasada por una cifra cercana a los 600.000 dólares. Su nuevo dueño planea convertirla en una atracción temática de la serie de Netflix y alquilarla a partir de Halloween en Airbnb.
La casa de los Byers no está en Hawkins, Indiana (una ubicación tan ficticia como los personajes), sino a las afueras de Atlanta, en una ciudad llamada Fayetteville. Una inmobiliaria la puso a la venta por 300.000 dólares, pero el anuncio no duró más de una semana porque un inversor anónimo ofreció el doble... en efectivo. Mucho dinero para una casa construida en 1900, pero no es una casa cualquiera. Es donde Will se comunicaba con su madre a través de las luces de Navidad, el momento más icónico de Stranger Things.

Según el NY Post, la casa era propiedad de siete hermanos que no tenían capacidad para arreglarla y alquilarla como una atracción. Aunque había pertenecido a la misma familia durante generaciones, las reparaciones y reformas necesarias para algo así cuestan entre 50.000 y 100.000 dólares.
A pesar de eso, alguien ha visto una clara oportunidad porque el anuncio duró apenas una semana antes de que se firmara un contrato de arras. Ubicada en un terreno de dos hectáreas en el número 149 de Coastline Road, la casa de tres habitaciones y dos baños tiene una superficie de 172 metros cuadrados.

Según TMZ, el nuevo dueño planea convertir la casa en un Airbnb premium que recree el hogar de los Byers, incluso con partes que representen el Upside Down de Stranger Things. Pero tendrá que darse prisa si realmente quiere tener algo listo para Halloween porque la venta no se cerrará hasta dentro de dos semanas.