El mundo del ajedrez profesional está en caos después de las acusaciones de que el maestro Hans Niemann ha estado haciendo trampa en el juego oficial, incluidas algunas teorías descabelladas sobre cómo podría estar recibiendo ayuda externa. Pero, ¿son posibles las bolas anales vibrantes que se comunican de forma inalámbrica con el mundo exterior? Resulta que la tecnología puede funcionar y Adafruit te enseñará cómo construir la tuya propia.
Con sede en Nueva York, Adafruit Industries diseña, construye y vende hardware electrónico de código abierto, y si eres hábil con un soldador y construyes tus propios dispositivos, es muy probable que hayas comprado algunas piezas en la tienda online de Adafruit. La compañía también se preocupa mucho por compartir conocimientos y ofrece muchos tutoriales a través de su sitio web, incluida esta compilación paso a paso más reciente, que podría agregar algo de credibilidad a esas teorías de trampas de ajedrez salvajes.
El proyecto de bricolaje comienza con una preforma de botella de refresco de plástico (estas se calientan y expanden a través de un proceso de moldeado para crear las botellas de refresco más grandes que encontrará en los estantes de las tiendas), que es resistente al agua y casi indestructible: una característica importante dependiendo de dónde planees usar tu dispositivo Cheekmate (sí, así es como se llama). A partir de ahí, está repleto de una pequeña variedad de diversos dispositivos electrónicos, incluido un zumbador háptico, una batería, una placa ESP32-S2 con wifi incorporado y algunos cables y soldadura.
El tutorial también incluye todo el código necesario para que el dispositivo reciba mensajes de texto inalámbricos a través del servicio en la nube Adafruit IO y luego los traduzca a código Morse, que se transmite al usuario mediante pulsos de su zumbador háptico. Para aprender con éxito a hacer trampa en el ajedrez, si así es como pretendes usar tu Cheekmate, primero deberás aprender el código Morse, pero probablemente sea mucho más fácil que el juego real.
Incapaz de encontrar un voluntario dispuesto, el Cheekmate se probó utilizando una losa de asado de trasero de cerdo con hueso, en el que se alojó el dispositivo de forma segura.
Aunque algunos se han preguntado si las señales wifi podrían llegar con éxito a un dispositivo como las bolas anales vibrantes dado el lugar donde se encuentran, Cheekmate demuestra que sí pueden. Los únicos desafíos que aún quedan son ajustar la intensidad de los mensajes vibratorios codificados, porque, como se demuestra aquí, están lejos de ser sutiles. También está la cuestión de escabullirse con éxito de un dispositivo como este más allá de los detectores de metales y de seguridad, que seguramente se convertirán en una característica común en los torneos de ajedrez de todo el mundo en el futuro.
Actualización: tanto por las preocupaciones éticas que rodean a las trampas como por tu propia salud, no sugerimos que insertes este proyecto en tu cuerpo.