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Ahora, partes del diseño original han resurgido 2.000 años después de que los romanos colocaron las piedras en la plaza de la ciudad. Afortunadamente, nadie resultó herido por el sumidero abierto. La plaza, generalmente un lugar concurrido por los turistas, estaba vacía debido al cierre de toda la ciudad durante la pandemia de coronavirus.

Según el Instituto Italiano para la Protección e Investigación del Medio Ambiente (ISPRA), los incidentes de sumideros que se abren en las calles se han vuelto más frecuentes en la capital en los últimos años. Según la geóloga Stefania Nisio:

El área más sensible es el este de Roma, donde se extraían materiales en la antigüedad. La causa principal de un sumidero en la ciudad es la presencia de una cavidad subterránea.

Cuentan los investigadores que estas cavidades subterráneas olvidadas combinadas con el suelo de Roma, sujeto a la erosión causada por el agua de lluvia y las vibraciones de los vehículos, han hecho que sus calles sean vulnerables al derrumbe.

De hecho, y para combatir este creciente problema de sumideros que podría conducir a efectos desastrosos en las estructuras históricas de Roma, la ciudad anunció un plan multimillonario para arreglar las calles en 2018.

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Desafortunadamente, el progreso de estos esfuerzos de mejora ha sido lento, y desde hace unos meses está completamente parado. [Live Science]