En el último capítulo del documental sobre cómo se hizo The Mandalorian, el guionista y productor Dave Filoni explica por qué, en su opinión, la escena conocida como Duel of The Fates, es la más importante en 40 años de Star Wars. Después de oírle desearás que le hagan responsable de las próximas 9 películas.
Filoni no es exactamente un don nadie en la franquicia. Si su nombre no te suena inmediatamente lo hará cuando te digamos que es el director y productor de las series Star Wars: The Clone Wars y Star Wars: Rebels. De hecho, fue el propio Lucas el que le contrató para Clone Wars. Filoni, que siempre ha sido fan absoluto de la saga, a menudo bromea diciendo que cuando recibió aquella llamada pensaba que le estaban gastando una broma. Filoni también ha ayudado a Jon Favreau a sacar adelante The Mandalorian, donde ha dirigido dos capítulos y elaborado parte del guión de la serie.
En el último episodio que Disney Plus ha aireado de la serie documental Disney Gallery: The Mandalorian, Filoni comenta una de las películas más denostadas de la saga hasta que llegó The Rise of Skywalker: The Phantom Menace. Pese a las críticas, el productor y guionista cree que la película contiene la escena más importante de toda la saga, un hito que en su opinión dio sentido y forma no solo a esa trilogía, sino a la saga entera. La escena es el duelo entre Darth Maul, Qui Gon y Obi Wan. Su análisis es interesante de leer.
En La Amenaza Fantasma asistes a la mayor pelea entre los dos Jedi contra este malvado villano. No podría ser más obvio que Maul es el villano. Está diseñado para verse malvado, y realmente lo es. Lo expresa en su rostro, y hasta en el tipo de sable de luz con el que lucha. Sin embargo, lo que realmente está en juego en ese combate es el futuro de Anakin porque Qui-Gon es diferente al resto de los Jedi. Sabes que lo es cuando ves la película. Qui-Gon lucha porque sabe que él es el padre que Anakin necesita y porque no se ha rendido. No ha abandonado la creencia de que los Jedi deben preocuparse por los demás y amar, y que eso no es algo malo. Los demás Jedi se han vuelto tan distantes y tan políticos que han perdido el rumbo. Yoda comienza a ver eso en la segunda película, pero Qui-Gon está por delante de todos ellos y por eso no es parte del consejo.
Así que ahí está, luchando por Anakin, y por eso la escena se llama Duelo de destinos. Es el destino de este niño lo que está en juego, y dependiendo de cómo vaya la pelea su vida será dramáticamente diferente. Pero sabemos que Qui-Gon pierde, por supuesto. La figura paterna desaparece porque sabía lo que significaba alejar a este niño de su madre cuando tenía un apego.
Entonces Anakin se queda con Obi-Wan. Al principio, Obi-Wan entrena a Anakin por una promesa a Qui-Gon, no porque realmente se preocupe por él. Es un hermano de Anakin, pero no es una figura paterna, y eso es un fracaso para Anakin, porque no consigue la familia que necesita. En la siguiente película pierde a su madre y no logra cumplir la promesa que le hizo: “Volveré a por ti y te salvaré”. Eso le deja en un estado completamente vulnerable, y de eso es de lo que trata Star Wars al final: de la familia.
Mucha gente reduce la escena solo al combate con sables de luz, pero ese momento concreto de esa película es lo que vertebra a la trilogía entera de precuelas. Maul cumple su propósito y muere. Es cierto que luego George me hizo resucitarlo en la serie, pero en ese momento lo dimos por muerto, y eso demuestra una vez más que el Emperador es completamente egoísta. Maul es solo una herramienta para él. Está usando personas y ahora usará a ese niño. Esa idea continua hasta el diálogo en el que el Emperador le dice a Luke: ‘Tú, como tu padre, ahora eres mío’. Esa idea me aterraba de pequeño.
Esa historia basada en lazos familiares completa su ciclo cinco películas más tarde, cuando Anakin se redime al asumir su paternidad. Lo que finalmente salva a Luke en El retorno del Jedi, según Filoni, es precisamente su conexión con su padre. Él elige no matar al Emperador y Anakin decide renunciar a su poder para convertirse en el padre que nunca tuvo.
Creo que Luke estaba llamado a caer en el lado oscuro de la Fuerza en El retorno del Jedi. Creo que era algo que se sabía, que se alzaría y mataría al Emperador. Lo que lo salvó no fue su conexión con la Fuerza. No fueron los poderes que aprendió. Nada de eso fue una ventaja para él. Tan solo lo condujo hasta allí. Lo que salva a Luke es su habilidad para contemplar todo ese poder, mirar a su padre, y decir: ‘No. Voy a tirar esta arma. No voy a hacer eso. Voy a dejarle vivir de manera completamente desinteresada.
De hecho en esa escena Luke dice: “Soy un Jedi como mi padre antes que yo”. Pero lo que realmente está diciendo, y la razón por la que me conecto tan poderosamente con él, es “Amo a mi padre y no hay nada que puedas hacer que vaya a cambiar eso”. El Emperador no puede entender esa conexión. Alguien te ofrece el mayor poder de la galaxia. ¿Por qué no te llevas esto? En ese momento Anakin tiene que decidir ser el padre que él mismo nunca tuvo. Para salvar a su hijo debe renunciar a todo el poder en la galaxia. Ese es el acto desinteresado que al final y lo que al final lo salva. En definitiva, que el hijo salva al padre y el padre salva al hijo y todo funciona a la perfección. Esa historia comienza en La Amenaza Fanatsma y se prolonga hasta El Retorno del Jedi. Esa es la historia de Star Wars.
Lo cierto es que sería fantástico que Disney decida poner el futuro de la franquicia en manos de gente como Filoni y Favreu. Al menos su amor por Star Wars está demostrado más que de sobra. [Comic Book]