Siguiendo al debut del robot de Donald Trump que había capturado perfectamente el alma de su versión humana, mucha gente se esta preguntando qué será lo próximo que harán en Disney. La respuesta está en un doble de acción robótico que nos acerca un poco más a un Westworld en la vida real.
Puede resultar sorprendente que sea más sencillo fabricar un robot que imita la pose del Capitán América mientras vuela a 10 metros del suelo que hacer uno que pueda caminar de forma convincente, pero así es. Un reportaje de TechCrunch explica que el departamento de Disney Imagineering R&D empezó a considerar fabricarlos a medida que los animatronics del parque luchaban por mantener el nivel de lo que esperaba del creciente abanico de personajes bajo el paraguas de Disney.
Los animatronics del parque de atracciones tienen que ser suficientemente fuertes y fiables para realizar sus rutinas una y otra vez, todos los días durante años. Los Imagineers de Disney tienen que pensar más como los diseñadores del Toyota Corolla que como los que intentan romper la barrera del sonido con un Fórmula Uno. Eso no significa que no estén tratando de innovar, sino que sus inventos tienen que ser fiables. Por eso los animatronics de Disney tienden a ser pesadas y complejas máquinas que están ancladas firmemente al suelo. De ahí surgió la idea para fabricar un doble de acción.
Tony Dohi, el Director de R&D Imagineer, contaba a TechCrunch, “de lo que se trata es de darnos cuenta de que nuestros personajes que van a aparecer en la pantalla, ya sean personajes de La guerra de las galaxias, de Pixar, de Marvel o nuestros propios personajes de animación, estarán haciendo todas estas cosas realmente dinámicas”. Un destacado animatronic podría llevar a cabo una gran parte de actividades para entretener a la audiencia y un robot más avanzado, ágil y frágil podría hacer hacer algo en medio del espectáculo que llevaría todo a un nuevo nivel.
Una nueva división de la compañía llamada Stuntronics tomó la tarea de construir un doble de acción robótico. Llegados a este punto, el robot ha avanzado hasta tener una forma humanoide que puede balancearse desde una cuerda, hacer poses geniales, autocorregir su trayectoria en el aire y aterrizar en un punto designado cada vez. Cuenta con su propio acelerómetro y giroscopio incorporados con detección láser de alcance. Y verlo en acción es sencillamente genial.
Pero lo que es incluso más impresionante que las acrobacias del robot es que está progresando extremadamente rápido. En mayo, Disney desveló al predecesor de los dobles robóticos, Stickman. Es un pequeño y genial robot en sí, pero no es más que un puñado de engranajes y sensores con un par de articulaciones.
La combinación de esta tecnología con la visión de Disney de “robots blandos” evoca naturalmente imágenes de los avanzados androides Luke Skywalker y Iron Man volviéndose inteligentes y masacrando visitantes en Disneyland (Obviamente, ¿no?) Pero estoy más intrigado por la idea de que los robots se conviertan en dobles para los humanos en las películas y consigan un trabajo de acrobacias más práctico. El CGI probablemente será siempre la opción más barata, pero es más fácil imaginar a los cineastas metiendo un poco más de escenas de acción que pueden volverse especialmente peligrosas si nadie va a morir. Excepto por el público, que lo acabará haciendo con el tiempo [TechCrunch]