
Airbus ha desarrollado una cubierta extraíble para los paneles de control del A350 después de que dos aviones de este mismo modelo experimentaran el apagado repentino de un motor en pleno vuelo. En ambos casos, los pilotos habían derramado una bebida en los controles centrales de la cabina.
Según FlightGlobal, el primer incidente ocurrió el 9 de noviembre de 2019 en un Airbus A350-900 de la aerolínea Asiana que volaba de Seúl a Singapur cuando tuvo que desviarse a Manila. El motor derecho del avión, un Rolls-Royce Trent XWB, se apagó una hora después de que alguien derramara té en los controles de la consola central. La tripulación intentó recuperarlo, pero no tuvo éxito.
El segundo incidente tuvo lugar el pasado 21 de enero en un A350-900 de Delta Air Lines que volaba a Seúl cuando tuvo que desviarse al aeropuerto de Fairbanks, en Alaska. De nuevo, el motor derecho sufrió un apagado repentino cuando una bebida fue derramada en los paneles centrales de la cabina, principalmente en los que controlan el arranque del motor y las funciones de monitoreo electrónico de la aeronave. Un análisis posterior concluyó que el control electrónico del avión había ordenado el cierre de una válvula de apagado por una salida inconsistente del panel de control.
A raíz de los incidentes, Airbus introdujo una revisión temporal del manual de vuelo del A350 que prohibía consumir líquidos en la cabina. Ahora FlightGlobal informa de que la compañía ha diseñado una cubierta protectora para la consola que permitiría a los pilotos volver a tomar té y café en sus asientos. La cubierta extraíble protege de derrames las palancas del motor, las ruedecillas y las perillas giratorias del panel central, pero debe retirarse durante las fases críticas del vuelo, lo que incluye el despegue, la aproximación y el aterrizaje.
Durante el resto del vuelo, como la fase de crucero, la cubierta debe estar ajustada a la consola, según una nueva directiva de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea. Esta directiva incluye instrucciones para el uso de la cubierta, así como consideraciones adicionales para operar el avión si no hubiera cubierta o estuviera dañada, pero aclara que se trata de una medida provisional.
Como dicen por ahí, es inquietante que tengamos teléfonos resistentes al agua, pero un avión de millones de dólares pueda apagarse en pleno vuelo por derramar un vaso de café en la cabina. Tan inquietante como que la solución sea una cubierta que los pilotos deben estar poniendo y quitando durante el vuelo.