
Todavía no hemos llegado a los robots asesinos, pero el Pixel 4 de Google ha hecho que comience a plantearme si no estaremos metiendo demasiada IA en los móviles. La buena noticia es que, con tan poca batería, la IA lo tiene realmente difícil para conquistar a la humanidad.
Pixel 4 Vs Pixel 4XL
Por si te lo estabas preguntando, este mismo análisis vale para el Pixel 4 XL. Ambos terminales tienen exactamente las mismas características salvo por tres detalles:
- El tamaño de la pantalla, que es de 5,7 pulgadas 1080 x 2280 píxeles (444 ppp) en el Pixel 4, frente a 6,3 pulgadas 1440 x 3040 píxeles (537 ppp) en el Pixel 4 XL.
- El tamaño y peso del terminal, que obviamente va en consonancia con el de la pantalla. El Pixel 4 mide 147.1 x 68.8 x 8.2 mm y pesa 162 gramos. El Pixel 4XL mide 160.4 x 75.1 x 8.2 mm y pesa 193 gramos.
- La batería, que es de 2.800 mAh en el Pixel 4, y de 3.700 mAh en el Pixel 4XL. El modelo grande tiene algo más de autonomía, pero el consumo de la pantalla hace que la diferencia entre ambos no sea muy relevante.

Todo lo demás (procesador, memoria, cámaras, acabados, conexiones...) es exactamente lo mismo en el Pixel 4 y en el 4 XL. Hasta el diseño es idéntico, una elección que personalmente aplaudo porque implica que elegir el modelo pequeño no supone renunciar a ninguna de sus tecnologías como a menudo ocurre en los iPhone. Elegir entre uno u otro es solo una cuestión de qué tamaño te gusta más. Ojalá todos los fabricantes hicieran esto.
Diseño y construcción
El Pixel 4 está rodeado de un marco de aluminio mate sobre el que encontramos dos paneles de cristal Gorilla Glass 5 con acabado mate o brillante. La parte de atrás es minimalista, con solo la G de Google visible y el módulo de cámaras cuadrado en la parte superior izquierda. La única concesión al diseño es el botón de encendido, que es de diferente color en función del color general. El Pixel 4 negro tienen el botón de encendido en blanco; el modelo blanco tiene el botón naranja, y el teléfono naranja, rosa.

Personalmente, me encanta el diseño del Pixel 4. Es minimalista y está enfocado en la utilidad. El hecho de que la pantalla sea plana y todos los bordes sean de aluminio probablemente lo haga más resistente a las caídas que los móviles que se empeñan en estirar la pantalla hacia los bordes (no voy a dejarlo caer para comprobarlo, que no es mío). También es más cómodo de sujetar. El peor aspecto de su diseño es que la parte trasera con acabado brillo es un imán para huellas y suciedad, pero solucionar eso es tan sencillo como elegir el acabado mate.

En cuanto al tamaño, es simplemente perfecto. La pantalla es más pequeña, sí, pero no echo de menos más espacio, y la comodidad de llevarlo en el bolsillo sin que se me clave al sentarme hace que merezca la pena. El terminal, por cierto, está protegido contra agua y suciedad en grado IP68.
Google solo se ha permitido dos licencias al utilitarismo, pero son dos licencias que molestarán a mucha gente. El Pixel 4 no tiene puerto de auriculares de 3,5mm (el único puerto es el USB-C) y tampoco tiene lector de tarjetas MicroSD. Esto último es especialmente problemático porque su memoria interna no es precisamente amplia (más sobre eso dentro de unas líneas).

Pantalla
La primera vez que encendí el Pixel 4 pensé: —¡Ugh! Que amarillenta se ve la pantalla— Resulta que no es un fallo, sino una nueva función llamada Ambient EQ heredada de los Google Nest. Los móviles normales cambian el brillo de la pantalla para adecuarlo a las condiciones de luz ambiental. El Pixel 4, además, cambia la temperatura de color de la pantalla para proteger nuestros ojos. Cuando encendí el Pixel 4 por primera vez era de noche, y en entornos muy oscuros es mejor que la pantalla no tenga un brillo azulado demasiado fuerte.
Si Ambient EQ es una buena o mala función es algo ya más discutible. A mí, personalmente, no me gusta. Nunca activo los modos de pantalla nocturna porque el brillo amarillento me pone nervioso. Por esa misma lógica, lo primero que hice con Ambient EQ fue desactivarlo.

En general, la pantalla P-OLED del Pixel 4 es mucho mejor que la de los anteriores Pixel, lo cual es un alivio porque las anteriores eran bastante malas. Su peor problema es que es poco luminosa. Con el brillo a tope te obligará a agudizar la vista a pleno sol, sobre todo si, como yo, eres un adicto al modo oscuro.
Lo peor del asunto es que, cómo explican en Android Central, la pantalla del Pixel 4 es más brillante de lo que se ve en realidad, pero Google la ha capado para que no brille tanto. Esta sorpresa la descubrió el desarrollador Mishaal Rahman, de XDA Developers, cuando accedió al root del teléfono y descubrió que la pantalla es una 610 Nits, pero Google la ha limitado a 450. ¿La razón? la batería, un fallo importante del que hablaremos más abajo.

La pantalla de 5,7 pulgadas del Pixel 4 tiene una tasa de refresco de 90 hertzios. Se nota especialmente cuando abrimos la aplicación de cámara y miramos a nuestro alrededor o cuando vemos vídeo. El teléfono ajusta automáticamente el refresco entre 60 y 90Hz en función de lo que estemos haciendo con él. No se puede forzar a que muestre 90Hz todo el rato, pero a diferencia de Ambient EQ, prescindir de ese automatismo nos haría gastar más batería.

El teléfono con radar
Hablando de automatismos, es hora de hablar del que se supone que es uno de los principales atractivos del Pixel 4 y la razón por la que tiene el margen superior de la pantalla tan ancho. Aparte de la cámara frontal, ese espacio es el que esconde el sistema Motion Sense, una plataforma que reconoce nuestros gestos alrededor del teléfono gracias a un radar Soli.
La idea es realmente buena (que no nueva). Motion Sense permite controlar algunas funciones del terminal haciendo gestos en el aire. A fecha de hoy su principal uso es preparar el teléfono para desbloquear la pantalla en cuándo acercamos la mano al terminal. También sirve para controlar la reproducción en Google Music, pero no he sido capaz de hacer que respondiera de manera coherente todas las veces.
El sistema de desbloqueo combinado entre la cámara y el radar funciona como un tiro, pero eso es todo. Todavía no hay terceros que hayan integrado Motion Sense en sus aplicaciones. Si tenemos en cuenta que su funcionamiento en Google Music no está pulido y que consume más batería, ¿adivinas qué he hecho con Motion Sense al tercer día? ¡Correcto! Desactivarlo.
En cuanto al desbloqueo facial, se da la circunstancia de que es el único sistema biométrico disponible. No hay sensor de huellas. Eso significa que como no te guste su excesiva sensibilidad como me ocurre a mi (no me gusta que desbloquee la pantalla todas y cada una de las veces que echo mano al terminal), vas a tener que depender del viejo sistema de pin o patrón. Bienvenido de vuelta a 2009.
Batería
Hablando de batería, es hora de hablar del que con diferencia es el mayor problema del Pixel 4: su autonomía. Ya el hecho de que Google haya capado el brillo de la pantalla dice mucho de este problema. La del Pixel 4 se queda muy, muy corta. Hablamos de que apenas llega al final del día. Si tienes la mala suerte de tener un día muy ajetreado de llamadas y uso del teléfono prepárate a cargarlo hacia las siete de la tarde.
La carga es rápida, pero sus 18 vatios tampoco son tan deslumbrantes como los 45 o 30 que ya incorporan otros teléfonos actuales. También carga de forma inalámbrica por Qi, pero es que a estas alturas me da igual. La batería de 2.800 mAh del Pixel 4 se queda corta la mires por donde la mires y este es un fallo imperdonable en 2019, un año en el que lo normal es que un móvil aguante día y medio o dos días.
Otros aspectos técnicos
En lo tocante a rendimiento, el Pixel 4 lleva un procesador Qualcomm Snapdragon 855 con 6GB de RAM y entre 64 y 128GB de espacio para almacenamiento según modelo. La primera parte bien. El teléfono se comporta estupendamente y no da problemas ni ejecutando un puñado de aplicaciones en multitarea, algo de lo que no pueden presumir sus predecesores. El problema está en esos 64GB de RAM. Apenas tres días después de comenzar a probar el teléfono, con solo un puñado de aplicaciones instaladas y poco mas de 300 fotos y seis vídeos cortos, el Pixel 4 lucía este aspecto:

Puedo imaginar lo que pasará cuando un usuario instale los 5GB que ocupe Fortnite y empiece a dar caña a WhatsApp o a Instagram. 64GB de memoria son pocos hoy en día. Para empeorar las cosas, no hay ranura de tarjetas MicroSD en las que apoyarnos y los Pixel 4 son los primeros de la familia que no cuentan con almacenamiento en nube ilimitado a máxima calidad.
El sonido, al menos, sí que es bueno. Los dos altavoces del dispositivo ofrecen un sonido fuerte e inusualmente limpio para el pequeño tamaño del terminal. El Pixel 4 tiene poca pegada en graves, pero me ha sorprendido lo alto que suena.

Las cámaras
El Pixel 4 tiene un total de tres cámaras, las mismas que tenía el Pixel 3, pero invertidas: si el Pixel 3 tenía una cámara trasera y dos frontales (una gran angular y una ultra gran angular), el Pixel 4 tiene una cámara frontal y dos traseras (una gran angular y un teleobjetivo equivalente a un zoom 1,8x).
Cámara principal:
- Sensor de 12, 2 MP
- Anchura de píxel de 1,4 μm
- Autoenfoque y detección de fase con tecnología Dual Pixel
- Estabilización de imagen electrónica y óptica
- Apertura ƒ/1,7
- Campo de visión de 77°
Teleobjetivo (1,8x):
- Sensor de 16 MP
- Anchura de píxel de 1,0 μm
- Autoenfoque con detección de fase
- Estabilización de imagen óptica y electrónica
- Apertura ƒ/2,4
- Campo de visión de 52°
Cámara frontal:
- Sensor de 8 MP
- Anchura de píxel de 1,22 μm
- Enfoque fijo
- Sin estabilizador
- Apertura ƒ/2,0
- Campo de visión: 90°
A estas especificaciones hay que sumar un sensor de espectro y parpadeo en la cámara trasera, un radar Soli en la cámara frontal y unas capacidades de vídeo bastante mediocres: 4K a 30 fps en la cámara trasera y 1080p a 30 fps en la cámara frontal. La cámara lenta alcanza los 240 fps cuando graba a 720p.
Antes de entrar en harina fotográfica pura y dura, hay que hablar de la gran ausente. El Pixel 4 no tiene cámara gran angular, y por tanto tampoco tiene un modo macro basado en esta lente como tienen otros terminales tan “antiguos” como el Huawei P30 Pro o el OnePlus 7 Pro. Dicho esto...
Fotografiando con el Pixel 4
Google dice que el Pixel 4 es una “cámara definida por el software”. Un ejemplo claro de esto es la tecnología HDR+ presente en todos los Pixels. Cuando pulsas el obturador, la cámara no toma una sola foto, sino nueve fotos subexpuestas que el procesador de imagen une en una sola toma haciendo una media matemática. Este proceso, casi imperceptible para el usuario, sube el detalle de las sombras y las luces altas reduciendo el ruido de la captura final.
El corazón de todo el sistema es el procesador Neural Core (la nueva versión del antiguo Visual Core). Se trata de un chip que ya no solo procesa el color o la luz, sino que hace cosas como ajustar el enfoque en las fotos con Zoom o calcular el desenfoque en el modo retrato.
Un todoterreno del color
Todo esto suena muy bien, pero sacar fotos con el Pixel 4 me ha producido una continua sensación de desasosiego causada precisamente por este exceso de IA. El modo nocturno que ha hecho famosos a los anteriores Pixel sigue presente y de hecho ha mejorado con un sistema de zoom inteligente que por primera vez permite hacer zoom de noche con un resultado razonablemente bueno.
Por fin un zoom con buenos resultados
¿El problema? Cada vez que saco una foto tengo la sensación de que es Google el que la saca, no yo. Obviamente el Pixel 4 no es ni mucho menos el único que recurre a la fotografía computacional, pero la aplicación de cámara del Pixel 4 es tan absurdamente simple que parece como si el fabricante hubiera decidido que para qué va a informarnos de lo que hace la cámara si al fin y al cabo no tenemos ni idea de fotografía.
Sin modo macro
Las aplicaciones de cámara de otros móviles al menos son transparentes o dejan ajustar algún parámetro por el camino. La app de cámara de Google en el Pixel 4 lleva el “quita que tú no sabes” hasta el extremo de que no me siento dueño de mis propias fotos.
Modo retrato competente (pero no perfecto)
El ejemplo perfecto de esto es el modo astrofotografía, una variante del modo nocturno que se activa sólo cuando se cumplen dos condiciones: que haya un cielo nocturno estrellado, y que el móvil permanezca completamente inmóvil durante unos segundos.
El modo nocturno sigue destacando, pero ya no es el mejor
No busques manera de activarlo manualmente. No existe. Solo se activa de manera automática. Si ves que no ocurre lo mejor es salir del modo nocturno y volver a entrar. Otro detalle a tener en cuenta es que si mueves el teléfono con el modo astrofotografía activado, este se desactiva inmediatamente. Lo sabrás porque el aviso en pantalla desaparece, pero no hay opción manual. El Pixel 4 sencillamente asume que no tienes ni idea de lo que estás haciendo y toma los mandos y oiga, uno es inútil, pero tiene su corazoncito. Por cierto, si no habéis visto ninguna muestra de astrofotografía en este análisis es precisamente porque el Pixel 4 ha considerado que las condiciones no eran las óptimas y donde manda multinacional, no manda usuario.
Cuando tú móvil deja de ser tuyo
El modo astrofotografía resume perfectamente todo lo que no me gusta del Pixel 4. Demasiados automatismos. Demasiada IA. Demasiadas pocas opciones manuales. Llevo semanas con él y tengo la sensación de que mi móvil no solo tiene inteligencia propia, sino que hace lo que le parece, cuando le parece y sin consultarme. El ajuste automático de tonalidad de la pantalla, el reconocimiento facial, el sistema Motion Sense, el almacenamiento en Google Imágenes pero ilimitado solo en modo prueba... me he pasado la primera semana desactivando opciones automáticas de aquí y de allí.

El caso es que con la configuración de fábrica no tengo la sensación de llevar un móvil. Tengo la sensación de llevar una sucursal de servicios de Google en el bolsillo sobre la que no tengo ningún control.
Seguro que hay personas a las que esta sobreautomatización les parece fantástica, pero a mí me pone nervioso. Lo que me inquieta no es el hecho de que el móvil decida cosas por mí. Lo que me pone nervioso es que no me consulte antes de hacerlas y que esa automatización lo empiece a invadir todo, desde la tonalidad de la pantalla hasta los modos de cámara sin opción a sacar una paella en modo astrofotografía si me sale de las narices hacerlo solo por las risas.
Pixel 4: Precio y disponibilidad
En Estados Unidos, el precio del Pixel 4 es de US$799 por la versión de 64GB de almacenamiento y de US$899 por la versión de 128GB de almacenamiento. En el viejo continente el precio es de 749 y 859 euros respectivamente. El modelo XL cuesta 899 y 999 euros en función de si lo queremos de 64 o de 128GB. Todos los modelos están disponibles desde la página oficial de Google

Personalmente, me parecen unos precios completamente desorbitados, sobre todo teniendo en cuenta que su batería deja tanto que desear. La cámara era un atractivo en los anteriores Pixel, pero ya ha dejado de serlo y hay muchos otros fabricantes, desde Xiaomi a OnePlus, que tienen cámaras comparables en calidad, incluso en foto nocturna.
El otro gran atractivo de Google era un sistema operativo limpio de bloatware y sin capas de personalización que empañasen la experiencia. El problema es que empiezo a tener la sensación de que ya no tengo control sobre ese sistema operativo. Puestos a elegir, me quedo con Oxygen OS, donde todo parece mucho más personalizable que en el software plagado de funciones en manos de una IA y servicios conectados que ofrece Google.