
Hace unos días, Elon Musk preguntó en Twitter si debía vender el 10% de sus acciones de Tesla para pagar impuestos, ya que no tiene un salario y apenas paga impuestos sobre su renta personal. Sus seguidores votaron mayoritariamente que sí, pero lo que Musk no contó es que tenía que vender esas acciones de todos modos... para poder ejercer sus opciones sobre la compra de más acciones y ganar aún más dinero.
“Últimamente se habla mucho de que las ganancias de capital no realizadas son una forma de elusión fiscal, por lo que propongo vender el 10% de mis acciones de Tesla. ¿Apoyáis esto?”, preguntó Musk en su perfil de Twitter. “Respetaré el resultado de esta encuesta, sea el que sea. Tened en cuenta que no recibo un salario en efectivo ni un bono de nadie. Solo tengo acciones, por lo que la única forma [que tengo] de pagar impuestos personales es vendiendo acciones”.
3.519.252 usuarios votaron en la encuesta, que finalizó con un 57,9% de votos para el “sí” y un 42,1% de votos para el “no”.

Sustainable beauty
Caprea’s Essential Organic PH Cleanser is just $10 with promo code TEN. Normally $19, this foaming face wash is crafted with organic Monoi oil. It’s meant to target the production of oil secretion while protecting your skin against air pollution. Normally $19, you can save big on this richly-lathering face wash while supporting a brand that keeps the environment top of mind.
Teniendo en cuenta que la capitalización bursátil de Tesla es de 1,06 billones de dólares, y que Musk posee aproximadamente el 20% de las acciones, un 10% de la participación de Elon Musk en Tesla equivale a más de 20.000 millones de dólares. El empresario pagará más o menos la mitad de esa suma en impuestos.
Ahora bien. Como dice la CNBC, Elon Musk probablemente iba a vender esas acciones de todos modos para hacer frente a un pago de más de 12.000 millones de dólares en impuestos que se le viene encima el año que viene.
La historia es que Musk recibió, como parte de un plan de compensación, un suculento pack de opciones sobre acciones de Tesla en 2012 que vencerá en agosto de 2022. La adjudicación fue de 22,86 millones de acciones de Tesla a 6,24 dólares. Aunque el precio actual de la acción de Tesla ha caído a raíz de la encuesta del propio Musk, sigue encima de los 1000 dólares, por lo que el empresario podrá ganar 23.000 millones de dólares... a cambio de pagar una suma considerable en impuestos por ejercer sus opciones.
La tasa impositiva es del 54,1%, combinando impuestos federales y estatales. Un 37% corresponde al gravamen del tramo superior por ingresos ordinarios, un 3,8% al impuesto neto a la inversión y un 13,3% a la tasa máxima de California. Elon Musk reside ahora en Texas, un estado que no recauda impuestos sobre la renta personal, pero ganó las opciones que va a ejercer ahora en California.
Un 54,1% de 23.000 millones de dólares son más de 12.000 millones de dólares en impuestos. Musk tiene que vender acciones para poder tener más acciones. De hecho, hoy se ha sabido que el empresario automatizó la venta de algunas acciones en septiembre para “satisfacer las obligaciones de retención fiscal relacionadas con el ejercicio de las opciones sobre acciones para comprar alrededor de 2,2 millones de acciones”. La encuesta de Twitter fue, probablemente, una pantomima, un juego para manipular la opinión pública o desviar la atención en medio de un debate político serio.
Y es que, cuando el senador demócrata Ron Wyden tuiteó:
El hecho de que el hombre más rico del mundo pague o no impuestos no debería depender de los resultados de una encuesta de Twitter. Es hora del impuesto sobre la renta de los multimillonarios.
Elon Musk contestó:
¿Por qué parece que acabas de eyacular en tu foto de perfil?
Es difícil tomarse en serio a Musk en medio de un debate político por este tipo de mensajes. Ron Wyden es uno de los propulsores de una propuesta de ley en Estados Unidos para gravar las “ganancias de capital no realizadas” de los multimillonarios, lo que afectaría a personas como Elon Musk, que tienen patrimonios gigantescos por la revalorización de las acciones de sus empresas.
Un reportaje de ProPublica reveló en junio cómo los hombres más ricos del mundo acumulan capital sin pagar impuestos. En resumen, viven de préstamos bancarios a intereses bajos usando sus acciones como “colateral”. Como no venden sus acciones, no pagan impuestos sobre la renta personal. Por ejemplo, en 2020, Elon Musk usó 92 millones de acciones, alrededor del 40% de su participación, como garantía para pedir dinero prestado a los bancos y poder pagar cosas como los numerosos vuelos que realiza en su jet privado.
A raíz de esto, los congresistas demócratas propusieron gravar a los multimillonarios antes de que vendan sus acciones. Si la ley saliera adelante (pero parece que no lo hará), Musk pagaría 50.000 millones de dólares en cinco años. En comparación, de 2014 a 2018 declaró 1500 millones en ingresos, y pagó 455 millones en impuestos.
Por supuesto, Musk se opone a la propuesta: “Cuando se queden sin dinero de otros, irán a por ti”, tuiteó hace unos días, queriendo decir que aunque la ley afectaría primero a los multimillonarios, acabaría afectando a cualquier inversor. Otro argumento de Musk es que, aunque Estados Unidos pusiera un impuesto del 100% para los multimillonarios, no podría cubrir ni una fracción de la deuda nacional, que es de 229.000 dólares por contribuyente.
Musk también dedicó algunos tuits sarcásticos a la ONU después de convertirse en la persona más rica de la historia. O más concretamente, después de que el director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, David Beasley, dijera que el 2% del patrimonio del empresario podría alimentar a 42 millones de personas famélicas de 43 países diferentes. Musk prometió vender acciones de Tesla “ahora mismo” si el Programa Mundial de Alimentos le contestaba con un plan público y transparente que explicara cómo 6000 millones de dólares podían acabar con el hambre. Beasley contestó que sus declaraciones se habían sacado de contexto y que 6000 millones no iban a acabar con el hambre, pero podrían evitar inestabilidad geopolítica y migración masiva, además de salvar a 42 millones de personas al borde de la inanición.