
Nuevas evidencias apuntan a que los pequeños microplásticos que saturan los océanos no son solo un problema para los peces o las tortugas. También pueden acabar en nuestro torrente sanguíneo. Un nuevo estudio ha detectado microplásticos en el 80% de las personas a las que ha testado, y no tenemos nada claro lo que pueden hacer una vez entran en nuestro organismo.
El estudio es pequeño, pero es una puerta abierta a que otros investigadores tomen el testigo y profundicen en la cuestión. Como explican en The Guardian, los investigadores han examinado muestras de sangre de 22 adultos sanos buscando específicamente microplásticos y los han encontrado en 17 de ellos. Los tipos de plástico hallado concuerdan con los usados en bolsas de plástico, botellas de bebida y envoltorios de alimentos.
Los microplásticos se han vuelto completamente omnipresentes en nuestro medio ambiente. Básicamente su presencia se ha detectado en cualquier lugar de nuestro planeta desde las cumbres de las montañas a las profundidades de los océanos. En otros estudios ya se había constatado que ingerimos plástico de manera habitual y que el material pasa por nuestro organismo y acaba en nuestras heces. Sin embargo, es la primera vez que se detectan microplásticos directamente en nuestra sangre, algo que en teoría les permitiría llegar a cualquier rincón de nuestro organismo.
“Nuestro estudio es el primero en constatar que tenemos micropartículas de diferentes polímeros plásticos en nuestra sangre”, explica Dick Vethaak, ecotoxicólogo en la Universuidad Vrije de Amsterdam. “Estar preocupado es bastante razonable”.
Los científicos han ido alzando la voz de alarma sobre el potencial impacto para la salud humana y el medioambiente que tienen los microplásticos. Estos materiales contienen sustancias que pueden imitar el comportamiento de algunas hormonas naturales, lo que supone un riesgo serio para niños o personas que aún están en desarrollo. La acumulación de microplásticos podría incluso ser capaz de dañar las células directamente. El pasado 2020, un amplio informe redactado por investigadores en ecología y biología declaraban los plásticos como una amenaza global a la salud.
Los autores de este nuevo estudio advierten de que se basa en una muestra muy pequeña. Otros equipos de científicos ya han tomado el testigo y están realizando sus propias pruebas para validar estos resultados. Al mismo tiempo, existe mucha diferencia entre la cantidad de microplásticos hallada en unos sujetos y la que hay en otros. Algunos estudios han hallado indicios de que la exposición repetida a microplásticos está asociada a condiciones como el síndrome de colon irritable, la diabetes de tipo 2 y hasta el cáncer, pero los indicios aún no son concluyentes y no se ha logrado establecer la cantidad de microplásticos a partir de la cual fijar un nivel de toxicidad.